Pensión promedio de tres regímenes supera hasta en más de cinco veces a la del IVM
El monto de la pensión pagada en el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) es el más bajo de los fondos básicos del país. En los otros tres sistemas –Poder Judicial, Magisterio Nacional y Bomberos– el beneficio llega hasta a quintuplicarse, según un análisis realizado por la Superintendencia de Pensiones (Supén).
En el IVM, administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el monto promedio mensual era de ¢334.554 a junio pasado. En contraste, en el Fondo de Jubilaciones y Pensiones del Poder Judicial ascendió a ¢1.799.575, es decir, 5,3 veces más, según el informe Evolución del Sistema de Pensiones al II Trimestre de 2024, elaborado por la Superintendencia.
La jubilación promedio del Fondo de Jubilaciones y Pensiones de Bomberos, de ¢992.416, triplicó a la del régimen del IVM a mediados de este año. En el caso del Régimen de Capitalización Colectiva (RCC) del Magisterio Nacional, el beneficio fue 1,5 veces superior, alcanzando los ¢504.051 de promedio.
Estas diferencias ocurren a pesar de que el régimen de la Caja administra una plantilla de jubilados de 365.000 personas, mientras que los tres fondos restantes suman, en conjunto, 10.840 pensionados.
En la Corte hay 4.198 jubilados; en el RCC, 6.431; y en Bomberos, 211. Este último fondo está cerrado desde 1992, pero aún hay dos personas que laboran en la entidad y mantienen derecho de jubilación, según el último estudio actuarial de febrero pasado.
Las disparidades no solo se observan en la cuantía promedio, sino también en los beneficios mínimo y máximo, según una revisión realizada por la Superintendencia en el proceso de Diálogo Social convocado para reformar y fortalecer el Sistema Nacional de Pensiones en Costa Rica.
En el caso del monto mínimo, en el IVM y en el fondo de Bomberos es de ¢155.995; en el Magisterio Nacional, de ¢172.200; y en la Corte, de ¢433.800.
IVM enfrenta déficit de ¢74,6 billones y será incapaz de pagar pensiones a partir de 2047
En cuanto al máximo, en el fondo de jubilaciones de la Caja es de ¢1,7 millones, pero el monto puede elevarse hasta ¢2,3 millones si el trabajador posterga su retiro. En el fondo de Bomberos se aplican las mismas reglas. En el Poder Judicial, el tope es de ¢4,3 millones mensuales para los nuevos jubilados, y en el RCC no existe un monto máximo establecido por la legislación.
La Nación consultó a la Junta Administradora del régimen judicial y al Instituto Nacional de Seguros (INS), administrador del fondo de Bomberos, sobre las razones de las disparidades. Pero al cierre de este artículo no hubo respuesta.
Origen de diferencias
Los motivos detrás de las diferencias en las pensiones pagadas se abordaron durante la tercera sesión de Diálogo Social, realizada el pasado 20 de setiembre. Ese día, Mauricio Soto, director de Supervisión de Riesgo de Supén, expuso el perfil de requisitos de jubilación y de beneficios otorgados en los regímenes básicos.
Según el análisis de la entidad supervisora, en la CCSS la pensión del trabajador se calcula con el promedio de los últimos 300 salarios (25 años) registrados, actualizados a valor presente, lo cual resulta en una cuantía que oscila entre el 43% y el 52,5%. Además, el trabajador puede recibir montos adicionales si posterga su retiro, pues cada año extra trabajado le otorga un porcentaje adicional del 1%.
En cambio, en el Poder Judicial, el monto es mayor porque la cuantía de la pensión equivale al 82% del promedio de los últimos 240 salarios (20 años) ajustados a valor real.
En el fondo de retiro de Bomberos también se beneficia al trabajador al momento de su retiro porque su pensión será el 42,5% del promedio de los 24 mejores salarios reportados por el trabajador en los últimos cinco años.
Mientras que en régimen del Magisterio Nacional el beneficio es el equivalente al 60% de todos los sueldos cotizados por el docente actualizados a valor presente.
En mayo pasado, cuando Supén lanzó el proceso de Diálogo Social, Soto explicó que uno de los objetivos del análisis es darle uniformidad a los regímenes básicos de pensiones en el país. “No estamos pensando en la creación de un régimen único de pensiones, sino en que se aporte lo mismo independientemente del régimen en que se encuentre la persona", recalcó el director de Supervisión.
Adicionalmente, indicó que del proceso de discusión actual debe surgir una propuesta para determinar los requisitos y beneficios de jubilación que el país puede financiar, considerando el acelerado envejecimiento poblacional.
Soto reconoció que probablemente surgirán propuestas de reforma en edad de jubilación, cotización y cuantía de la pensión, especialmente en el fondo de la Caja, que es el régimen con mayor desequilibrio. “Es necesario implementar mecanismos innovadores, ojalá en un contexto de mayor equilibrio en las finanzas públicas del IVM, donde se puedan establecer mecanismos de autobalance para mantener el equilibrio en el tiempo", apuntó.
De los cuatro regímenes básicos de jubilación, el IVM es el que tiene el mayor desequilibrio. El sistema enfrenta un déficit actuarial de ¢74,6 billones, lo que compromete su capacidad para financiar las jubilaciones futuras. De hecho, las dificultades para cumplir con las obligaciones del principal sistema previsional de Costa Rica comenzarán en 2047, según el último estudio.
Por su parte, el fondo de jubilaciones del Poder Judicial tiene un déficit actuarial de ¢634.154 millones y solo podrá cubrir el 76,9% de las promesas de pensión futuras.
En contraste, el régimen del Magisterio Nacional tiene un superávit actuarial de ¢135.000 millones, y el fondo de Bomberos presenta un superávit de ¢4.192 millones, según los estudios actuariales de ambos sistemas realizados en abril y febrero pasados, respectivamente.