El desafío español de recuperar al adinerado turista japonés
Japón no es uno de los principales mercados emisores de turistas para España. Sin embargo, el visitante japonés es muy apreciado en el sector turístico español por su elevado nivel de gasto, unos 500 euros diarios. Y en un momento en el que el sector busca atraer turistas con un alto poder adquisitivo, los japoneses encajan a la perfección.
Antes de la pandemia, hasta 700.000 viajeros japoneses visitaban anualmente España. Una cantidad que, sin embargo, todavía no se ha recuperado. En 2023, visitaron España 310.532 japoneses, según datos de la Japan National Tourism Organization (JNTO) y de INE-Frontur. Varios factores, como la tardanza de Japón en volver a abrir sus fronteras tras la pandemia o la actual debilidad de su moneda, el yen, lo explican. Las instituciones españolas, no obstante, confían en volver a recuperar los niveles previos a la pandemia en 2025. A lograrlo creen que puede contribuir de forma decisiva la conexión directa que retomó el pasado día 27 de octubre Iberia entre Madrid y Tokio después de años interrumpida por la pandemia.
Como explica el viceconsejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Luis Martín Izquierdo, los visitantes japoneses "suelen tener una cierta edad" y viajan a España a través de turoperadores, por lo que una conexión directa como la de Iberia les simplifica las cosas y ayudará a estimular la demanda.
Ventajas
Durante el acto inaugural del vuelo de Iberia celebrado en la Embajada de España en Japón, Miguel Sanz, director general de Turespaña, destacó también que España cuenta con una serie de "ventajas competitivas" frente a otros destinos para atraer al turista japonés como su "fuerte marca país", ser percibida como un destino seguro o la facilidades de accesibilidad que ofrece para viajeros mayores de 60 años y con movilidad reducida.
Además, como añadió Martín Izquierdo, España cuenta con "una red de alta velocidad excepcional" que permite a los visitantes extender su visita más allá, en el caso de los japoneses, de Madrid, que es su puerta de entrada.
De momento, Iberia ofrece tres vuelos semanales directos entre Madrid y Tokio, lo que supone unos 90.000 asientos entre ambos países en el primer año de operación. Sin embargo, la ambición de la compañía es alcanzar las cinco o siete conexiones semanales si la demanda responde. Iberia cuenta en este caso con la colaboración de Japan Airlines (JAL) para alimentar sus vuelos en virtud de la "joint venture" de la que ambas aerolíneas forman parte y en la que también están integradas British Airways y Finnair. Sin esta alianza, según explicó la directora comercial, de clientes, de desarrollo de red y alianzas de la aerolínea, María Jesús López, Iberia no hubiese podría abrir la ruta por cuestiones como las de la conectividad.
Para la aerolínea española, más allá de los viajeros que pueda llevar de punto a punto en uno u otro sentido, el vuelo también es importante porque como explicó María Jesús López, servirá de «puerta de conexión» que conecte a Madrid con Latinoamérica y permitirá también situar a la capital española posicionarse como un «hub» para otras regiones de Europa y del resto del mundo.