El Liverpool logra la transición soñada
Cuando un club acaba un ciclo con un entrenador de los que marcan época y tienen una personalidad especial, las transiciones nunca son fáciles. Si hablamos de un técnico del nivel de Jürgen Klopp, aún con más motivo. El alemán es, probablemente, uno de los entrenadores de la última década por su juego reconocible y, por supuesto, también por los éxitos cosechados: ocho títulos en casi nueve años con los 'Reds', entre ellos una Champions y otra Premier.
Han sido 489 partidos a los mandos de la nave roja. Cuando se marchó en junio, ganando una Copa de la Liga, la gran pregunta era quién manejaría el banquillo y cuánto iba a tardar el club en regresar a la senda de los mejores. La transición se esperaba larga. Y con apenas tres meses de competición, Arne Slot tiene al Liverpool en un estado de ánimo que muy poca gente se podría esperar a su llegada.
Después de 10 jornadas, el equipo está primero en la Premier. Con un juego a ratos brillante, pero también sacando adelante partidos trabados a base de oficio y trabajo. De los 30 puntos posibles, apenas se ha dejado cinco en todo este tiempo. Una derrota inesperada con el Notthingham Forest y un empate fuera contra el Arsenal es todo lo que han cedido en estas jornadas, mientras se espera el duelo en lo más alto frente al City, que llegará el 1 de diciembre.
Además, Slot lo ha hecho sin grandes fichajes. El Liverpool se ha gastado 42 millones de euros este verano, el penúltimo club en inversión en toda la Liga. De hecho, tiene saldo positivo entre llegadas y ventas. Solo Mamardashvili, que se quedó cedido en el Valencia, y Chiesa -que ha jugado en total menos de 90 minutos- costaron dinero. El resto de altas son regresos de cedidos y algunos jóvenes que suben de su equipo reserva.
La apuesta de Slot, por tanto, es el bloque. Además, el reto era mayúsculo, pues viene de un equipo como el Feyenoord que, siendo un club con entidad en Europa, está muy lejos de los niveles de grandeza que ostenta el Liverpool. Sin embargo, el técnico neerlandés ha demostrado tener la personalidad suficiente para tomar algunas decisiones que, sobre todo al principio de la temporada, suscitaron no poca polémica. Como la de dejarse en el banquillo a Darwin Núñez.
Sin embargo, lejos de defenestrar del todo al delantero uruguayo, ha reconducido su situación desde finales de septiembre y le ha dado varias titularidades en los últimos partidos de liga. Sigue lejos de sus números, pero poco a poco va ganando presencia.
Pero donde de verdad está asombrando este Liverpool es en la Champions. El cuadro británico es el único que cuenta de momento sus cuatro partidos por victorias en esta nueva fase Liga del torneo. Y el siguiente rival será el Real Madrid en Anfield. La última muesca fue la goleada que le endosó al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, que regresaba al coliseo inglés y se llevó un 4-0 de vuelta a Alemania. En esta jornada ya se quedó como líder en solitario tras la derrota del Aston Villa en Brujas.
La clave reside en dos factores: por un lado la asociación entre Luis Díaz y Mohammed Salah. Ambos suman nueve goles cada uno en lo que llevamos de temporada. Y, por otro lado, el aspecto defensivo es clave. La portería de Alisson ya era un cerrojo en las primeras semanas, pero es que el brasileño se lesionó y Kelleher, de primeras portero suplente, ha mantenido prácticamente los números. Esto da una idea de la solidez defensiva de un equipo que se apoya en Konaté y Van Dijk, el capitán, que lleva ya siete años fijo en el eje de la zaga.
Un bloque similar al de su antecesor para llegar a las mismas cotas de éxito. El proyecto de Arne Slot ha arrancado como un tiro y en Anfield la ilusión está por las nubes. Es, al menos por ahora, la transición soñada.