Generar liderazgo inclusivo permite agregar valor a las empresas
Lograr que la agenda de diversidad se instale en el interior de las compañías supone no solo el compromiso de los directivos de la empresa, sino también que muchas otras personas se involucren para impulsar el tema y lograr llevarlo adelante. Para eso, las compañías tienen que generar espacios que convoquen a todos los que, de algún modo, sienten interés por el tema.
"Nosotros tenemos la suerte de que el CEO de la empresa está onboard y es sponsor de la agenda. Pero, además, hay un grupo autoconvocado de personas a la que por algún motivo tienen especial interés en participar que ayudan a que el tema se instale de manera transversal", explicó María Eugenia González, responsable de Cultura y People Experience de Prisma Medios de Pago.
La ejecutiva destacó que la compañía tiene tres ejes de trabajo: generacional, género y cultura, a los que se les suma el de discapacidad. Y para abordarlos se parte de una mirada sistémica y amplia, para después pasar a lo particular.
"A principio de año definimos los hitos en los que queremos generar ruido, impacto y sensibilización. Puede ser el 8-M para la diversidad de género o el mes de junio para la diversidad sexual. Pero, además, este año hubo una agenda intensa para habilitar el liderazgo, porque estamos convencidos de que no sirve convocar si después no hay espacios positivos de trabajo", agregó.
Involucrar a los líderes
En ese sentido, aunque González dijo que es importante generar entornos diversos, señaló que si la diversidad no genera valor, no sirve. Por eso, opinó, hay que involucrar a los líderes, para que hagan propia la agenda, y se sumen a un modelo de planificación, priorización y de iteración del plan.
La diversidad socioeconómica es, tal vez, la más olvidada por las compañías. Sin embargo, sumar perfiles laborales que vienen de sectores más vulnerables también suma a los resultados.
Con esta idea en mente Clara Cazenave fundó Busencu, al que define como un portal de empleo para aquellos talentos que tienen menos acceso al empleo formal y para las empresas que quiere más diversidad.
"Es un lugar de encuentro. De hecho, de ahí viene su nombre, Busencu es 'buscamos encuentros'. Trabajamos con 50 ONG que capacitan a los talentos y que ingresan sus perfiles a la plataforma, para que después las empresas los encuentren allí", explicó Cazenave.
Fuera de agenda
La emprendedora destacó que pese a un contexto nacional de 50% de pobreza se habla muy poco de diversidad socioeconómica. Y, además, señaló que de acuerdo a un estudio realizado por el Observatorio de Deuda Social de la UCA, de cada 100 personas en situación vulnerable solo 16 tienen posibilidades de terminar el secundario, contra 92 sobre 100 entre las que no tienen ningún tipo de barreras.
Sin embargo, agregó, algunos lo logran contra toda estadística e incluso, llegan a concluir estudios universitarios. Sin embargo, quienes cruzan esa meta también tienen menos acceso al mercado de trabajo.
"Lo que les decimos a las empresas es que si siempre buscan las mismas fuentes de reclutamiento, si no dicen abiertamente que son diversas y que buscan esos talentos, es muy difícil que los encuentren", concluyó.