La historia detrás de la portada de ABC del martes: «Soy la imagen del agotamiento de los valencianos, pero soy un afortunado»
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La portada de la edición impresa de ABC de este martes 5 de noviembre mostraba la fotografía de un vecino de Picaña que, con gestos de claro agotamiento, arrastraba un burro con ropa manchada de barro por unas calles que continúan llenas de lodo. El protagonista es Carlos Pavia, un vecino de la localidad valenciana que, en el momento en el que fue captado por la cámara sacaba enseres del garaje de casa de sus padres que la riada había dejado inservibles. «Yo soy uno de los casos afortunados», se apresura a aclarar Pavia al inicio de la conversación, pues destaca que no ha perdido a ningún familiar. Sí ha sufrido daños materiales, pero nada comparable con otros vecinos a los que la DANA ha arrebatado su casa entera. El agua inundó el garaje de la casa de sus padres y también dejó su piso en muy mal estado, pero nada que en unas semanas no se pueda arreglar. «Hay gente que ha perdido toda su casa y gente que ha fallecido. En el centro de día de al lado de mi casa ha fallecido gente. Al final yo he salido en la portada de ABC, soy la imagen icónica del cansancio y agotamiento de todos los valencianos, pero no soy nadie», apunta. Pavia es localizador de cine, es decir, busca espacios para rodajes de películas, series o publicidad por la Comunidad Valenciana. Ha trabajado con cineastas de renombre como Alejandro Amenábar o Koldo Serra . Cuando el pasado martes vio lo que ocurría en su pueblo, enseguida pensó en una película: 'La carretera' (The road'). «Me vino a la cabeza esa película, que es cuando el mundo acaba destruido, un hombre que va con su hijo con un carro de la compra por espacios desolados...», comenta. Pese a las incontables imágenes de escenas similares que se han reproducido en la gran pantalla, uno nunca piensa que pasará a las puertas de su casa, admite. «Es algo que nunca te puedes imaginar que te va a pasar a ti». A este vecino de Picaña la riada le pilló en casa de sus padres. Comenzó a ver por redes sociales cómo la localidad comenzaba a inundarse e intentó tapar las puertas del garaje para que no llegara el agua, aunque fue inevitable. Aun así, tuvieron la «suerte» de que el agua no llegó a entrar en la vivienda de sus progenitores. Sí lo hizo en la suya, pero insiste en que no tiene que lamentar daños graves. «He tenido suerte porque no he perdido objetos personales ni recuerdos . Ahora toca reconstruirlo, pagar la hipoteca... al final es una pérdida económica y vamos a tener que sufrir, pero no he perdido recuerdos, solo son muebles y electrodomésticos«, valora. Carlos y su familia llevan días tirando los muebles y la ropa que quedaron inservibles. Desde el pasado viernes, grupos de amigos han acudido a ayudarles a deshacerse de todo lo que ha quedado inservible. «Al ver vuestra portada, he caído ya bloqueado de cansancio y me han dicho que me fuera a a descansar». Al regresar, relata, sus amigos habían limpiado prácticamente todo su piso. «Me la han dejado para entrar a vivir y me he puesto a llorar otra vez. Son días muy emocionales», expresa, y agradece todo el apoyo recibido por su «red social» y también por los voluntarios que que estos días se han desplazado a ayudar. «Soy muy afortunado», celebra. Que los pueblos y sus vecinos se recuperen de esta catástrofe, reflexiona Pavia, será «muy complicado». «Hemos perdido casas, carreteras, medios de transporte... hay gente que ha perdido sus negocios, otros que han perdido sus coches, que son el medio que tenían para ir a trabajar», dice, pero la ayuda de todas las personas que se están desplazando a las localidades, concluye, les anima a seguir y a intentar reconstruir todo lo que la DANA les arrebató.