La mala suerte del exciclista Fernando Escartín: de la tragedia del camping de Biescas a la de Alfafar

Dos veces segundo en La Vuelta a España (1997 y 1998) y tercero en el Tour de Francia (1999), Fernando Escartín inscribió su nombre en el recuerdo de los aficionados al ciclismo gracias a sus dotes como escalador y su combatividad en las rampas más empinadas de muchos puertos . El aragonés, ya retirado, se ha visto afectado por la DANA que ha sacudido con violencia la Comunidad Valenciana, donde ahora reside, pero no es la primera vez que tiene que enfrentarse a una situación similar. Natural de Biescas, Huesca, el exciclista vivió de cerca la violenta riada que arrasó el camping Las Nieves , situado en dicha localidad, el 7 de agosto de 1996. Entonces las fuertes lluvias provocaron una notable y repentina crecida del barranco de Arás que barrió las instalaciones recreativas, provocando 87 muertos y 187 heridos. Ahora, casi dos décadas después, a Escartín también le ha tocado vivir la DANA de tan trágicas consecuencias para diversas zonas de Albacete y Valencia. El exciclista tiene su residencia en la localidad de Alfafar , una de las más afectadas por este violento fenómeno meteorológico. «Por mucho que veas en televisión no tiene nada que ver cuando lo ves en directo, esto es dantesco», explicó Escartín en ' Aragón Noticias '. «Se me vino a la cabeza cuando vi los coches la riada de Biescas, la posición de los vehículos era igual, uno encima de otro... Lo que pasa es que Biescas eran 500 metros, en la recta de lo que era el camping , pero es que esto son calles y calles y calles y muchísima población». «Fue todo muy rápido. Se fue la luz, el teléfono, el agua, el gas... El gas todavía no ha vuelto a casa. Y la situación es dura y complicada», relata el exdeportista sobre lo vivido estos días en la localidad. « El trabajo de los voluntarios es lo que destacaría sobre el resto . Aunque les hayan prohibido las instituciones llegar aquí a Valencia han ayudado muchísimo. Sí que es cierto que ha faltado ayuda de maquinaria pesada, porque hay muchos muebles en las calles, muchos vehículos que dejó la riada... y hasta que no se desatasque eso estamos un poquito aislados», agregó.