ru24.pro
World News
Ноябрь
2024

Apoyo inquebrantable a Israel sea quien sea el próximo presidente de EEUU

0

Si hay alguna certeza en el turbulento escenario internacional en general y de Oriente Medio en particular es la de la solidez de la alianza entre Estados Unidos e Israel. Con una Administración demócrata, el apoyo de Washington a Israel ha sido inquebrantable en el año transcurrido desde la matanza terrorista perpetrada por Hamás en la fecha del 7 de octubre de 2023, durante el cual Tel Aviv ha llevado a cabo una dura ofensiva contra Hamás en Gaza y se bate para doblegar a Hizbulá en el Líbano.

Un año ya largo durante el que también Israel ha tenido que enfrentarse -con la ayuda estadounidense- a dos ataques de Irán contra su territorio. Tel Aviv sabe que podrá contar en su batalla en siete frentes contra Irán y sus proxies tanto con el respaldo de una administración demócrata como con una republicana, aunque lo cierto es que los candidatos Kamala Harris y Donald Trump mantienen ciertas diferencias, más de fondo que de forma, para el complejo y cambiante escenario de Oriente Medio.

Si no es difícil hacerse una idea cabal de los planes de Trump para Oriente Medio -a pesar de la impredecibilidad del candidato- a partir de sus declaraciones públicas y de lo hecho durante su mandato presidencial (inquebrantable apoyo a Israel y sintonía personal total con Netanyahu, aversión a la guerra, promotor de los Acuerdos de Abraham y del llamado ‘Acuerdo del siglo’, retirada del acuerdo nuclear con Irán), en el caso de Harris su visión sobre la región es mucho menos nítida (y hasta ahora difícil de diferenciar de la que ha mantenido el actual presidente Joe Biden en los últimos cuatro años). No en vano, un tercio de los votantes demócratas creen que la vicepresidenta no es la mejor candidata para gestionar el conflicto actual en Oriente Medio. En el Estado de Míchigan, la mayor comunidad de origen árabe del país pide con insistencia un alto el fuego en Gaza y cada vez hay más votantes convencidos de que Harris no ofrece garantías de poder estar en condiciones de lograrlo.

Ambos candidatos han pedido el fin de la guerra en Gaza, aunque con matices. Si Trump ha defendido que las hostilidades deben acabar con la victoria total de Israel contra Hamás, Harris -consciente de las simpatías por la causa palestina de una parte de su electorado- ha pedido un alto el fuego entre las partes. Además, la candidata del Partido Demócrata y actual vicepresidenta ha expresado su condena a la muerte de palestinos y libaneses sin menoscabo de la defensa del derecho de Israel a defenderse, y ha pedido al Gobierno de Netanyahu la entrada de más ayuda humanitaria en Gaza y el respecto al “derecho humanitario internacional”.

Por su parte, el pasado mes de agosto, Trump criticaba la posición de Harris asegurando que un alto el fuego negociado “solo daría a Hamás tiempo para reagruparse y lanzar un nuevo ataque como el del 7 de octubre”. El republicano asevera que con él el conflicto iniciado el 7 de octubre no se habría producido. Para Trump, cuatro años con Harris en la Casa Blanca supondrían “la aniquilación total” de Israel. “Si Kamala consigue cuatro años más, Oriente Medio pasará los próximos 40 años en llamas, y tus hijos irán a la guerra, incluso a la III Guerra Mundial, algo que nunca ocurriría con Donald Trump como presidente”, publicó recientemente el veterano político en redes. “Tienen a un gran protector en mí”, aseguró el candidato republicano el pasado mes de septiembre refiriéndose al Estado judío en el Israeli-American Council.

Respecto a la existencia de un Estado palestino, ambos coinciden en su rechazo. Si Trump se alinea completamente con el Gobierno israelí en su oposición al mismo, Harris evita referirse a la cuestión, aunque defiende un vago derecho de los palestinos a la “autodeterminación”.

Ambos Harris y Trump se han mostrado partidarios de apostar por ampliar y consolidar los Acuerdos de Abraham, que deben su existencia al propio candidato republicano y al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Los dos candidatos defienden la reactivación de las negociaciones entre Israel y Arabia Saudí con vistas a alcanzar un acuerdo de normalización y la adhesión de Riad a los Acuerdos firmados entre Estados Unidos, Israel, Bahréin y EAU en septiembre de 2020.

En lo que ambos no se sitúan lejos es en la cuestión del acuerdo nuclear con Irán. Si bien con Obama en la presidencia -y Biden como vicepresidente- Washington y Teherán suscribieron en 2015 un acuerdo, no parece que la candidata demócrata esté dispuesta en estos momentos a tender la mano a las autoridades de la República Islámica para revivir un texto como aquel en un momento de alta tensión regional (causada en última instancia en gran parte por el régimen de los mulás).

A pesar de que Trump ha hecho bandera de haber abandonado el acuerdo en 2018, mientras animó al Gobierno israelí a atacar las instalaciones nucleares de Irán este mes, en septiembre el republicano aseguró -sin ofrecer más detalles sobre la naturaleza del mismo- estar dispuesto a alcanzar un acuerdo con Teherán. En la entrevista que mantuvo hace menos de dos semanas con la cadena televisiva Al Arabiya, el expresidente estadounidense aseguró que con él en la Casa Blanca Irán no se hará con una bomba nuclear.