Las cifras que explican la catástrofe de la DANA en Valencia: una tromba como cuatro veces el Ebro, el río más caudaloso de España

Las cifras de la DANA en pocas horas explican la magnitud de la gota fría del siglo en la Península Ibérica y se pueden resumir con una comparación: la tromba de agua por el barranco del Poyo equivalía a cuatro veces el Ebro , el río más caudaloso de España, con hasta 2.283 metros cúbicos por segundo. Ese dato difundido este lunes por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no se podía prever con precisión, porque a lo largo de esa jornada, en las horas previas había descendido a niveles muchos menos alarmantes, por la mañana y al mediodía. En el ejemplo de la referencia del Ebro, además, hay que tener en cuenta que los cauces respectivos de este río y del barranco valenciano no tienen las mismas dimensiones, porque el primero lleva una media de 600 metros cúbicos sin desbordarse, mientras que la rambla origen del desastre tiene una capacidad sensiblemente inferior, de 180 m3/s. Y la crecida más grave del río que atraviesa Aragón se produjo en 1871, cuando se registraron en la ciudad de Zaragoza 4.130 m3/s y se ensanchó varios kilómetros a los lados con las inundaciones más catastróficas de la historia. Hubo proyectadas obras de encauzamiento en 2001 en la zona del desastre de esta semana, que finalmente no se llevaron a cabo. Al cotejar los volúmenes hídricos que arrasaron con todo en su arrastre, desde el barranco del Poyo y el río Magre en la fatídica tarde del martes 29 de octubre, con el agua que circula por los dos principales ríos de la Comunidad Valenciana, el contraste ya resulta abismal: el Júcar tiene un caudal medio de 49 metros cúbicos por segundo y el Segura 26, es decir, este último se habría multiplicado por 87 veces en este episodio de gota fría. Además, con el agravante de que la rambla del desastre discurre en algunos tramos con una pendiente muy pronunciada, por ejemplo, desde Siete Aguas hacia Cheste, lo que propició que la tromba circulara a gran velocidad hacia los municipios situados en la llanura en la aglomeración metropolitana de Valencia. Otra magnitud que da una idea de la tremenda fuerza de la Naturaleza es que sólo en el citado barranco, sin contar las crecidas en otras ramblas cercanas, llegaron a bajar unos ocho hectómetros cúbicos de agua por hora en el momento más grave, cuando un trasvase mensual del Tajo al Segura, de forma ordenada a través del acueducto, asciende a 38 hm3, lo que cubre las necesidades de miles de agricultores durante semanas. Un hectómetro también representa el consumo anual de un pueblo de 15.000 habitantes. Antes de esa avalancha, para alcanzar esos registros, las lluvias descargaron como nunca, con cifras de hasta 640 litros por metro cuadrado en unas horas en localidades como Turís , casi lo mismo que en dos años. Las explicaciones de los meteorólogos para este episodio sin parangón aluden a una mayor temperatura de 1,5 grados en el agua del mar Mediterráneo, lo que ha provocado un aumento del 9% en la masa de vapor de agua en la atmósfera, así como la confluencia de varios fenómenos en altura, como dos gotas frías juntas.