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Ноябрь
2024

El nuevo cauce sostenible de los cruceros fluviales

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Abc.es 
La combinación de belleza natural, historia y sostenibilidad ha convertido al turismo fluvial en una opción cada vez más popular en España, no sólo capaz de atraer turistas, sino de fijar población y de preservar el medio ambiente. «La evolución de los cruceros fluviales en España durante los últimos 5 años ha sido muy positiva. En algunos casos, se han llegado a cuatriplicar los usuarios de 2020», explican desde la Red de Cruceros Costeros y Fluviales (Red CCF). Esta entidad, nacida hace cuatro años, es fruto del trabajo colaborativo entre entidad públicas y privadas (10 Comunidades Autónomas, 16 entidades titulares y casi 30 organizaciones socias) y trabaja en el desarrollo de esta alternativa turística. «El turismo fluvial ha venido a poner en valor ríos y embalse –explican–. Poblaciones condenadas a emigrar siguiendo los watios que producían su río, ahora ven en ellos una fuente de empleo, sustento y, sobre todo, de orgullo. El turismo fluvial ha reconciliado a muchas poblaciones con sus embalses, ya que su construcción había supuesto la muerte demográfica de muchos municipios. Además, los cruceros fluviales generan empleo directo, pero mucho más indirecto: hablamos de un ratio 1 a 10; alojamientos rurales, guías de turismo, restaurantes, pequeños agroproductores, empresas de transporte... todos ellos ven en el público que llega atraído por el turismo náutico la oportunidad para no tener que abandonar sus municipios, pudiendo vivir dignamente de sus trabajos». En cuanto a las fórmulas más populares, desde la Red CCF destacan sobre todo las rutas de corta duración de hasta una hora y media, sin alojamiento, y que transcurren a través de ríos, embalses y canales situados en áreas de gran valor natural y paisajístico. Las embarcaciones más utilizadas son catamaranes que rondan las 70 plazas y pequeñas embarcaciones de 12 plazas, que realizan itinerarios náuticos con escalas en varios pantalanes. Galicia (Miño, Sil, Ulla, Mandeo y Eume); Extremadura (Tajo); Cataluña (Ebro); Castilla y León (Canal de Castilla y Duero) o Andalucía (Guadalquivir) son los destinos fluviales que ofrece esta Red, en los que la sostenibilidad es el gran emblema. También lo es para la empresa Croisieurope, una compañía de cruceros que diseña, construye y comercializa sus propios barcos lo que le da una gran capacidad de invertir en una I+D diferencial en el mundo de los cruceros fluviales. Desde esta firma, que cuenta con 55 barcos y es una de las mayores de mundo, también constatan el incremento del turismo fluvial en España. «En los últimos cinco años, el crecimiento ha sido sostenido y significativo. Si bien partíamos de una base más baja que en otros países europeos, la popularidad de los cruceros fluviales ha aumentado con una tasa de crecimiento anual aproximada del 20% en los últimos dos años. Al limitar la capacidad de los barcos, se reduce la presión ambiental en destinos específicos y esto permite una experiencia muy poco invasiva. Hay que tener en cuenta que la capacidad de nuestros barcos es de 20 a 180 pasajeros máximo. Además, hemos incorporado sistemas de carburantes respetuosos con el medio ambiente y motores con diferentes etiquetas ECO para minimizar el impacto ambiental, al tiempo que investigamos el uso de energías alternativas. Nuestra flota también está equipada para preservar la limpieza del agua fluvial, asegurando que las operaciones no tengan un impacto negativo en los ecosistemas locales. Tampoco se utilizan plásticos de un solo uso a bordo». También corroboran este nexo entre turismo fluvial y sostenibilidad desde miCruceroFluvial, una agencia especializada en este tipo de destinos y que colabora estrechamente con navieras que aplican tecnologías respetuosas con el medioambiente. «Muchas embarcaciones han adoptado tecnologías menos contaminantes, eliminando plásticos a bordo y gestionando los residuos mediante políticas de reciclaje. Además, nosotros mismos promovemos excursiones en grupos reducidos en cada escala, para minimizar el impacto en las comunidades locales. Las navieras con las que trabajamos también han implementado prácticas como apagar motores en los puertos y utilizar energía eléctrica alternativa, además de emplear combustibles biodegradables, como el GTL, que reducen las emisiones y promueven la neutralidad de carbono. Desde miCruceroFluvial, también contribuimos al turismo sostenible mediante la reducción del uso de papel, ya que gestionamos todas nuestras operaciones y reservas de manera digital. Esto no solo disminuye la necesidad de impresiones y folletos, sino que también evita desplazamientos innecesarios, haciendo nuestro modelo de trabajo más respetuoso con el medioambiente. Estamos comprometidos en ofrecer opciones de viaje responsables y sostenibles, y en sensibilizar a nuestros clientes sobre la importancia de proteger los destinos naturales y culturales que visitan». Desde la RED CCF explican que, en colaboración con la Asociación Europea por la Sostenibilidad- Berdeago, han desarrollado una herramienta para medir el grado de sostenibilidad de cada uno de los servicios incluidos en los cruceros costeros y fluviales, que permite cuantificar el grado de cumplimiento de los ODS de cada uno de los itinerarios náutico-culturales creados. «Las embarcaciones pueden utilizar energías renovables o sistemas de propulsión eléctrica, y se prioriza la protección del medio ambiente. Además, hay medidas para garantizar la limpieza de los ríos y evitar la contaminación, como la desinfección obligatoria de las embarcaciones para prevenir la propagación de especies invasoras como el caracol manzana. Así, los cruceros fluviales contribuyen a la reducción de la huella de carbono y a la conservación de los ecosistemas. Sin olvidar también que muchas de las rutas fluviales existentes se realizan en kayak o en pequeñas embarcaciones que no suponen problemas de masificación como los grandes cruceros marítimos». Otra iniciativa, presentada el pasado mes de agosto, es el proyecto Red de Cruceros Ibéricos Fluviales Transfronterizos (RED CIFT), por el que España y Portugal trabajan para potenciar el turismo entre ambos países a través de una red de cruceros fluviales. El proyecto tiene como objetivo crear itinerarios náutico-culturales en los cinco ríos transfronterizos: el Miño, el Limia, el Duero, el Tajo y el Guadiana.. Lo lidera el Clúster Marítimo-Marino de Andalucía (CMMA) y participan ocho socios: cuatro españoles –que provienen de las comunidades autónomas de Galicia, Andalucía, Extremadura y Castilla y León– y cuatro portugueses. Desde CMMA explican que con esta iniciativa se pretenden «crear sinergias entre el turismo de crucero fluvial y el cultural, transfiriendo conocimientos y experiencias entre las regiones transfronterizas». Los cruceros navegarán a vela, tendrán motor eléctrico o híbrido y podrán llevar a grupos de entre 15 y 30 personas. Se trata de barcos pequeños –cuya eslora mide entre 15 y 25 metros– que realizarán paradas en diversos pueblos ribereños. Respecto a los principales retos y desafíos que afronta este sector, uno de los más relevantes es la disponibilidad y el mantenimiento de infraestructuras adecuadas, como muelles y áreas de atraque, en las principales rutas fluviales. También los relacionados con la regulación de tráfico fluvial en ciertas rutas, especialmente en temporadas altas, donde la capacidad de los embarcaderos actuales está bastante ajustada. «Otro aspecto importante es la sensibilización del público español hacia este tipo de turismo único y sostenible. Sin embargo, estamos convencidos de que el sector continuará en expansión, adaptándose a estos retos y respondiendo a la creciente demanda de experiencias de viaje responsables y sostenibles», explican desde Croisieurope.