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Октябрь
2024

Montserrat Mesalles y una escultura que encuentra inspiración en lo inesperado

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A través de su mirada, Montserrat Mesalles redefine lo que otros consideran materiales de desecho, transformándolo en una invitación a descubrir la inspiración en lo inesperado. Sus esculturas celebran el paso del tiempo, la textura y lo lúdico. Los colores originales de los objetos encontrados en la ciudad se integran de manera natural en su propuesta, aportando fuerza y carácter a las piezas de su colección.

De su obra, que no ha estado exenta de controversia, hablaremos más adelante. Antes de profundizar en el trabajo de esta costarricense, quien ha expuesto en importantes escenarios internacionales como las bienales de España y Cuba, repasemos el origen de su técnica artística.

La transformación de la escultura

La escultura es junto con la pintura, una de las primeras expresiones plásticas que desarrolló el ser humano. Gran cantidad de vestigios arqueológicos son prueba de ello y, han persistido diferentes formas y figuras hasta la actualidad. Un largo recorrido cronológico muestra todo tipo de piezas escultóricas, algunas de ellas elevadas a la categoría de obras maestras, indispensables para comprender el desarrollo de la historia del arte. A partir del siglo XX, y por supuesto en el siglo XXI, la escultura se ha abierto a los más variados lenguajes y materiales. El ensamble y las instalaciones son prueba de esta diversidad, muchas de estas piezas son elaboradas con elementos que el propio artista produce y talla o las realiza mediante el objet trouvé o, como se le conoce en español, objeto encontrado.

Para comprender mejor la transformación que ha sufrido la escultura hay que mencionar y revisar la exposición Collage, Assamble and the Found Objet (Collage, ensamblaje y el objeto encontrado) que se mostró en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York en 1988, bajo la curaduría de la historiadora del arte estadounidense, Diane Waldman (1936). La minuciosa investigación de Waldman evidencia no solo una historia de diversas técnicas artísticas, sino también la importancia que el objeto encontrado ha tenido para los artistas. Describir y mostrar las diferentes técnicas reveló al espectador cómo, junto con la escultura de bronce o mármol, el artista puede hacer uso de diversas y novedosas técnicas que le permiten trasmitir el mensaje desde una perspectiva diferente y creativa, acorde con las condiciones de su tiempo.

A partir del uso que le dieron los artistas surrealistas, como el pintor español Pablo Picasso (1881 - 1973), los representantes del “pop art” y por supuesto el francés Marcel Duchamp (1887 - 1968) con sus “ready made” (ya hecho), el arte se abrió a múltiples oportunidades para generar una “estética que reconsidera críticamente la sociedad actual generando obras a partir de los desechos que generamos”, como anota el curador y profesor español Fernando Castro Flórez en el catálogo de la exposición El objeto esculturado (2018). Los artistas latinoamericanos y los costarricenses, en particular, no han estado ajenos a esta tendencia del ensamblaje y el objeto encontrado.

Entre el ensamble y el objeto encontrado

El ensamblaje es una forma de arte que consiste en combinar diferentes elementos tridimensionales, muy a menudo objetos encontrados en una sola pieza. En esta técnica se articulan diferentes materiales de manera tridimensional. Tal vez una de las piezas más conocidas en esta técnica es Cabeza mecánica. El espíritu de nuestro tiempo (1920) del artista austríaco Raoul Hausmann (1886 – 1971), y se elaboró con herramientas variadas y dispositivos comunes sobre una cabeza de maniquí de madera.

Por su parte, el objeto encontrado es definido claramente por W.J.T. Mitchell en su libro ¿Qué quieren las imágenes? (2017), quien propone dos criterios para definirlo: el primero indica que este “debe ser ordinario, sin importancia, rechazado (hasta su descubrimiento), ignorado: no puede ser bello, sublime […] en ningún sentido obvio”. El segundo se refiere a que “su descubrimiento ha de ser accidental, no deliberado o planeado”.

La costarricense Montserrat Mesalles Vargas realiza creaciones escultóricas o instalaciones a partir de ensamblar objetos encontrados, creando instalaciones de variados tamaños. Castro Floréz apunta “[…] Mesalles centra toda su estética en el reciclaje de los objetos en una clave poética cercana, en cierto sentido, al surrealismo”.

Estas esculturas, que abandonan el formato tradicional y carecen del pedestal que las distinguía históricamente, son elaboradas principalmente con elementos industriales, ya sean por algunos segmentos o por piezas completas. Ductos, pistones, bombas o chimeneas y materiales como distintos tipos de hierro, sea colado, dulce, forjado o acero y acero inoxidable, son la base de una escultura que, en manos de la artista, se transforman en objetos escultóricos evidenciando que se puede trabajar desde múltiples lenguajes escultóricos.

Las instalaciones son descritas por la artista como aquellas “donde el objeto autónomo ha sido opacado o eclipsado por una combinación de elementos y objetos cotidianos, puestos en el suelo o contra las paredes, donde en muchos casos el espectador necesita de la guía del artista para interpretar la obra”. Mesalles agrega, además, impresiones digitales que acentúan los personajes de algunas piezas. Realizar instalaciones escultóricas con objetos encontrados y fotografías entre otros elementos, solo confirma la capacidad creadora de la artista, que desarrolla su trabajo en piezas de grandes dimensiones o en otras tan pequeñas como una alhaja.

En el 2015, en la exposición En el umbral del desecho, intervenciones útiles presentada en el Museo Calderón Guardia, Mesalles mostró sus objetos encontrados convertidos en esculturas, algunas de ellas de grandes dimensiones y con temas y lenguajes que aún hoy conservan su vigencia: la apropiación de temas de la cultura popular, en particular personajes de dibujos animados (Minions o Los Simpson) o los juegos de computadora como el icónico Pac-Man, confirman la vigencia de las piezas, corroborando el carácter atemporal de las obras de arte.

Por esta razón, la Feria Viva el Arte 2024 ha decidido presentar algunas de estas esculturas de Mesalles Vargas. Piezas como Intentando llegar a la meta definida; Composición en rojo, amarillo, azul y anaranjado, o Tú y yo, todas elaboradas en el 2015, podrán ser disfrutadas en otro contexto, pero con la misma intención comunicativa, retando al espectador a encontrar formas y mensajes en cada una de ellas. El profesor y ensayista, Pedro Cruz Sánchez (1972), lo describe al decir: “Es sobre el fondo de contraste aportado por esta interpretación del readymade que la obra de Montserrat Mesalles entrega algunas de sus principales y más privativas claves […] Cada una de las piezas funciona como una auténtica trampa para el espectador, en la medida en que la atracción ejercida con el objeto como tal puede atraparlo en la seducción de su parataxis, es decir, en la misma estrategia de ensamblaje lúdico e irónico de diferentes elementos” (Catálogo de la exposición El objeto esculturado, 2018).

En las piezas o esculturas de Mesalles, el color rojo, el amarillo o el plateado, dominan en gran medida la línea cromática de las piezas, lo que hace suponer que son los colores fetiche de la artista, pero en realidad, son los tonos originales de las partes de los objetos encontrados. Estos elementos que llegan a conformar las distintas esculturas, en la mayoría de los casos, muestran el paso del tiempo en el óxido o los golpes que conservan y que se mimetizan en las piezas, agregándole textura y fuerza a cada una de ellas. Recorrer deshuesaderos o espacios de almacenamiento de chatarra se convirtió parte de su vida y cada uno de ellos se volvió tan atractivo que, poco a poco estos desechos destinados al reciclaje, fueron cobrando vida en su imaginación. Su visión de artista sumado a su formación en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, la capacitaron para comprender que cada uno de estos elementos se podrían reutilizar para crear.

En esa exposición del 2015 y en las siguientes, llamaba la atención una pieza enorme, cuya nariz está formada por una chimenea industrial. Es El último Pinocho (560 x 175 x 290 cm), que además del asombro que provoca por sus dimensiones, genera cierta pesadumbre: más allá de la alusión al cuento de Carlo Collodi (1826 - 1890), esta escultura alerta sobre la disminución que ha experimentado la actividad de la lectura en los niños y las niñas. En la exposición Viva el Arte, la escultura está presente en un segmento: el corazón de El último Pinocho elaborado a partir de la tapa protectora de un motor industrial, que reafirma la preocupación por la poca lectura de las personas más jóvenes. El último Pinocho es una pieza para admirar y meditar.

Pero no toda la obra es lúdica en Mesalles. Uno de sus trabajos, Superhéroe (objeto encontrado e intervenido, 2017), presenta la figura antigua de un santo con capa de superhéroe y ha generado controversia y críticas por parte de sectores conservadores, demostrando que la artista se mueve con facilidad entre lo lúdico y lo formal, logrando que el espectador nunca quede indiferente al enfrentarse a su trabajo.

Arte, desechos y ciudad

Montserrat Mesalles Vargas es una artista y escultora que no solo visita lugares que almacenan desechos, sino que también se permea de las exposiciones de otros artistas. Estas acciones son parte de su proceso creativo. Y por supuesto, revisar el trabajo de otros artistas con quienes comparte interés en cuanto a materiales y formas de ejecución, como el costarricenses José Sancho (1935) y el inglés Anthony Caro (1924 - 2013). Su avidez por la lectura, sobre todo, por temas vinculados con el arte, se suma a su proceso de formación.

Caminar y descubrir rincones en las ciudades es parte integral de su vida y obra. San José es uno de sus espacios preferidos, en particular la avenida cuarta que, con su desorden, sus espacios multicolores y el ruido que la acompañan la llevan hasta Abra, espacio con tintes de contemporaneidad que alberga diversas prácticas artísticas, desde exposiciones hasta talleres y residencias de investigación para estudiantes de artes plásticas. Abra fue inaugurado en noviembre del 2023 por Mesalles, quien actualmente lo codirige junto con los artistas Emmanuel Rodríguez Chaves (1986) y Luciano Goizueta Fevrier (1982).

De carácter reservado, Mesalles expone poco individualmente; entre el 2016 y el 2019 solo ha participado en tres exposiciones: Lírica residual, Museo C.A.V La Neomudéjar, Madrid, España (2019); El objeto esculturado, Museo de Ciudad Real, Convento de la Merced, España (2018) y Desechos migratorios, Museo Islita, Guanacaste, Costa Rica (2016). En cambio, su participación en exposiciones colectivas es una constante: retarse y mantenerse vigente es una de las razones por las que con frecuencia se ven piezas de Mesalles en diversos espacios: Abra (2023), Galería Nacional (2022, 2013), Valoarte (2021, 2016, 2014), y el Banco Central en San José (2017-2018), así como en la XIII Bienal de La Habana (2019), entre otros lugares.

Artista, galerista, viajera, observadora activa: la vida y obra de Montserrat Mesalles es un continuo que no se detiene. Es una sucesión perpetua de invenciones y aprendizajes, como lo demuestra su arte.

Invitada especial de ‘Viva el arte’

Desde el 2006, la feria de arte y diseño Viva el Arte se ha desarrollado de forma continua tanto en el este como en el oeste de San José. Este evento le permite a un grupo de artistas y diseñadores mostrar y vender sus trabajos. Como complemento a la feria, se cuenta con la presencia de artistas invitados que ocupan un lugar destacado en el espacio. En esta ocasión, al tener la edición un énfasis en la escultura, la artista invitada será Montserrat Mesalles, quien mostrará en la exposición Múltiples lenguajes escultóricos parte del trabajo que ha desarrollado como escultora en los últimos años, en particular sus creaciones elaboradas a través de las técnicas del ensamble y el objeto encontrado.

Además de Mesalles, en la feria participan destacados artistas como Fernando Carballo, Alberto Murillo, Marcia Salas y Leda Astorga, junto con jóvenes promesas que presentarán sus trabajos más recientes en diversos formatos y estilos. Alejandra Segovia, Ana Elena Fernández, Beatriz Parra, Casa Fage, Estefanía Weinberger, Federico Martínez, Francisco Munguía, Giovanni Cubillo, Hernán Arévalo, Javier Iglesias, Jessica Cheng, José Pablo Ureña, Juan Carlos Camacho, Magda Córdoba, Napoleón Retana, Osvaldo Sequeira, Paula Méndez, Rolando Garita, Silas Martínez y Sofía Jiménez completan la lista.

Además de admirar las obras, los asistentes tendrán la oportunidad de interactuar directamente con los artistas, apreciar sus obras y adquirirlas a precios especiales. La actividad es gratuita y se llevará a cabo los días 25, 26 y 27 de octubre en Plaza Mayor, Rohrmoser, de 10 a. m. a 7 p. m.