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Октябрь
2024

Los testigos del linchamiento mortal a Samuel Luiz: «Había puñetazos por todos lados»

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Abc.es 
Aquello fue una lluvia de golpes. Cinco testigos de la paliza grupal que la madrugada del 3 de julio de 2021 acabó la vida de Samuel Luiz en La Coruña han coincidido en describir el escenario del crimen como «un barullo» con «mucho ruido» y una sucesión de «patas y golpes». «Había puñetazos por todos lados», ha descrito uno de los jóvenes que ha declarado en la sesión de este martes del juicio que este mes acoge la Audiencia provincial de La Coruña. A diferencia de los testigos que comparecieron el lunes , que eran amigos de algunos de los cinco investigados por el asesinato, quienes han comparecido este martes no los conocían. Por eso tal vez no se acercaron tanto al «tumulto» que se formó aquella madrugada en el paseo marítimo de La Coruña y no pudieron ver demasiados detalles, ni identificar a los agresores. Solo uno de los cinco comparecientes en la sesión de este lunes «conocía de vista» a los acusados. «Por nombres no los conocía, pero por las caras, sí», ha detallado el primero de los testigos a preguntas de la magistrada. Los otros cuatro eran simplemente jóvenes que estaban en la zona, alguno de ellos situado a bastantes metros de donde se produjo la agresión mortal. Tal vez por eso, porque se acercó más, el testigo de la sesión que más detalles ha podido aportar al tribunal del jurado ha sido ese joven que «conocía de vista» a los acusados, aunque, tal y como ha intentado evidenciar la fiscal del caso, Olga Serrano, entre lo que declaró en su momento ante la Policía y en el juzgado de instrucción y lo que ha dicho este martes en la sala medie un abismo. «Usted decía entonces que no acudió a la Policía porque tenía miedo a represalias, que vio a Samuel como caía y que lo agredieron varias personas. ¿Por qué decía ahora eso y ahora dice que no vio nada?», le ha preguntado la fiscal. «Yo todavía no tenía el NIE, y por lo tanto pensaba que cuanto más lejos de la policía, mejor», ha contestado el testigo. «Ese día tenía más fresca la memoria, yo no mentí», ha defendido en otro momento del interrogatorio. Pero poco a poco, aunque sin llegar a identificar a ninguno de los agresores, joven ha ido afinando la memoria conforme avanzaba el interrogatorio: «Lo que vi fue una multitud de gente». «¿Esa multitud estaba dando patadas a Samuel», ha querido saber la fiscal. «Sí, creo que sí», ha asentido el joven. Para acabar admitiendo que «había puñetazos por todos lados». Varios testigos, al menos tres de los cinco que han comparecido este martes, oyeron también durante la refriega oyeron «ruido de cristales», que imaginaron de una botella que se rompía. Pero sin más detalles. La semana pasada, otro compareciente vio a uno de los jóvenes agredir a Samuel con una botella, pero tampoco supo identificar quién había sido. La investigación forense determinó en su momento que había ADN de Alejandro Freire, alias 'Llumba', uno de los cinco procesados por el crimen, en unos cristales rotos hallados en el lugar de los hechos. Pero, al menos por ahora, en el juicio no se ha podido identificar que fuese una botella que se hubiese utilizado en la agresión mortal a Samuel Luiz. Los hechos sucedieron la noche del 2 al 3 de julio de 2021 a las puertas del pub Andén, en el paseo marítimo próximo coruñés a Riazor. Diego Montaña pensó que Samuel le estaba grabando con el teléfono, cuando en realidad estaba haciendo una videollamada con una amiga que aquella noche no había salido. Tras amenazas de muerte que incluyeron insultos homófobos, se abalanzó sobre la víctima, agresión a la que se fueron uniendo -según las acusaciones- Llumba, Kaio Amaral, Alejandro Míguez y otros dos jóvenes que en aquel momento eran menores de edad. A Catherine Silva, entonces novia de Diego Montaña, se le señala por supuestamente haber tratado de impedir que una amiga de Samuel pudiera socorrerlo. Estos cinco jóvenes que eran mayores de edad -los dos menores ya fueron juzgados y condenados por el asesinato- se enfrentan a penas de entre 22 y 27 años de cárcel. El último de los testigos que ha comparecido este martes pudo ver a un grupo dispersarse después de la agresión: «Fue bastante rápido, la gente que le pegó, se fue». Y ha explicado al tribunal del jurado que, a continuación, intentó ayudar a la víctima, que había quedado «inconsciente en el suelo». «Para que no lo atropellaran, lo cogí [en la carretera] y lo llevé a la acera», ha detallado. Allí estaban también entonces los dos jóvenes senegaleses que intentaron salvar a Samuel del linchamiento.