Una pareja con mucha química
Todo el mundo quiere ser prudente, como mínimo una semana más, antes de extraer una conclusión definitiva. Sin embargo, es una realidad que Pau Cubarsí e Íñigo Martínez han consolidado con éxito su relación en el centro de la zaga. Mientras Araujo se recupera, ellos se han encontrado, se han entendido, se han gustado y conviven felices con la máxima responsabilidad defensiva en un equipo exageradamente valiente. Conciben su oficio de la misma manera: buena lectura de la salida, buen pie para filtrar pases o buscar cambios de orientación y sobre todo la propuesta de escenarios defensivos beneficiosos antes de apagar fuegos. No sólo son ellos, es un comportamiento colectivo que ayuda al equipo a sentirse seguro.