La conga
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Ante el caos ferroviario causado por la gestión de dos ministros 'sapiens sapiens' del sanchismo (un valenciano berlanguiano y un pucelano que saltó a la fama por sus gritos al romperse el cuádriceps femoral de visita en unas obras en Parquesol), los pasajeros más jóvenes rompieron a bailar una conga en la madrileña estación de Atocha, cuando lo que los espíritus insurrectos de 'X' pedían era barricadas, que es un galicismo, no una castiza voz hispánica, según el fino matiz del autor de 'El animal ladino', Nicolás R. Rico, que nos anticipó el estado actual de nuestro poder constituyente. En América, el ladino Curtis Yarvin («como amante de la ficción, espero que Elon Musk no llegue nunca a Marte») pone... Ver Más