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Октябрь
2024

Basura ideológica

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La sensación generalizada es que quedan pocos cerebros bien estructurados que se dediquen a la filosofía, a las humanidades, a la literatura, al pensamiento en general. Hoy es todo corre corre, sacar libros dando a una manivela, como la de una vieja máquina de churros, publicar novelas históricas hechas a base de googlear y escribir también panfletos basados en la basura ideológica que se dispersa poniendo a funcionar el ventilador de la prensa afín.

Los más jóvenes no leen mucho los periódicos, pero el dato más reciente de españoles que leen libros se sitúa en un 68%, aproximadamente. Pocos hay que se sumerjan en las páginas de los clásicos, por eso tiene más calado lo que se publica en la actualidad siendo que los autores en muchas ocasiones dejan clara su tendencia, con lo cual se convierten en un importante vehículo de propaganda, los mismo que los cineastas modelo Almodóvar o Bardem, que se nutren de las subvenciones a cambio de sus actitudes partidarias, sesgadas y partidistas.

Apestan mucho las entregas de premios donde los artistas hacen sus mítines con discursos que nada tienen que ver con el arte que se supone que representan. Es muy cómodo alentar el aplauso fácil, arrimando el ascua a la sardina del partido que apoyas y manipular así las mentes jóvenes que todavía se están formando. A los perros viejos es más difícil colarnos la corrección política, que nos resulta hedionda, preferimos ladrar y saltarnos los nuevos tabúes aun sabiendo que se nos va a vetar en los medios e, incluso, en los trabajos que otrora ostentábamos.

Lo que hoy pretenden vender como progresista nos hace llegar al término que en Estados Unidos han dado en llamar “woke”, que “hace referencia a la crítica hacia ideologías o movimientos extremadamente renovadores”, cuando lo que son, en realidad, y tomando como ejemplo el de España, es una tapadera para la corrupción en grado superlativo y la práctica de un autoritarismo que no se puede seguir tolerando. Las falsas doctrinas están chocando contra las evidencias, y eso es lo único que nos va a salvar. Ojalá no despertemos demasiado tarde.