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Октябрь
2024

Sumar eleva el pulso con el PSOE por Vivienda pero no saldrá del Gobierno por las discrepancias

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Sumar tensará la cuerda hasta el final en Moncloa y no prevé bajar el pistón. La bandera de la Vivienda da foco al partido que continúa desdibujado tanto dentro como fuera del Ejecutivo. Los de Yolanda Díaz creen estar consiguiendo visibilidad luchando por la vivienda y se abrazan a las reivindicaciones históricas de los sindicatos para tomar fuerza.

De hecho, el sentir en el partido fucsia es el de conseguir que el clamor social se mantenga vivo para que no sea tan solo una reivindicación política, sino que trascienda de los márgenes institucionales. Ser el partido canalizador de las preocupaciones sociales y lograr en el Gobierno sus demandas es el afán del partido. En el grupo parlamentario hay voces que creen que es buen síntoma que este debate haya tomado forma en otros ámbitos. “Esto es lo que hace a la gente moverse a la política”, explican.

Además, el partido sabe que no puede ceder ni un milímetro en esta batalla porque a su lado, Podemos, puede ganarle al poder todavía elevar mucho más su órdago al Ejecutivo retirando su apoyo de manera real en próximas leyes. Al no estar en el Gobierno, la política efectista de los morados es mayor, mientras que los de Yolanda Díaz cabalgan en muchas ocasiones con contradicciones. Y esta, la vivienda, será una de las más marcadas, dado que el partido consiga o no que el Gobierno escuche sus demandas, no tiene previsto abandonar el Ejecutivo del que forma parte. Es una pregunta que continuamente se les ha formulado a los ministros y portavoces del partido, pero que en Sumar evitan contestar de manera clara. “Si hay algún motivo por el cuál merezca la pena estar en el Gobierno es para pelear por esto. Estamos para gobernar y solucionar los problemas de la gente, que saben que nos votaron para ello”, contestó este mismo lunes el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quien cerró de lleno la puerta a esta opción.

Fuentes consultadas del partido también se descuelgan de esta opción, y se defienden: "Ser Gobierno te permite apretar en muchas cosas", aseguran, a pesar de que tengan que autocensurarse y limitarse a quejarse en público, sin conseguir sacar adelante algunas de sus propuestas, como en el caso de la Vivienda, donde Sumar busca mas presión fiscal para los propietarios, aplicar el control de precios por parte de las comunidades, incluir los alquileres de temporada en la regulación de precios o prohibir la especulación en las zonas tensionadas, entre otras.

En el partido ansían la comparecencia del próximo miércoles de la ministra de Vivienda en el Congreso para volver a escenificar un choque público con el PSOE. Son muy prudentes sobre si sumarse a la presión que sí llega por parte de Podemos o IU donde si piden su dimisión y esperan a que pase el pleno para hacer valoraciones. “Va a ser muy difícil comportarse como gobierno”, adelantan fuentes del grupo parlamentario sobre este momento en el que el miércoles, Sumar saldrá a censurar la gestión de la ministra de Vivienda en el pleno y como ha hecho hasta ahora denunciará sus "vaivenes" o su "inacción". Tratarán de hacer cambiar el rumbo repitiendo sus propuestas, pero pedir su dimisión sería un conflicto real en Moncloa y es por eso que nadie en el gobierno ni en el grupo parlamentario se atreve a formular esa exigencia.

Más allá de la presión social, Sumar asume que no podrá conseguir más que una posición vigilante sobre la ministra y pone el foco en la negociación presupuestaria donde si esperan arrancar medidas al PSOE y, a la par, abandonar el traje desdibujado que hoy todavía arrastran. Ahí es donde esperan conseguir doblar la inversión pública en vivienda, prohibir la compra de pisos para especular, la prestación universal por crianza o el impuesto a las grandes herencias. Sin embargo, a día de hoy, en Sumar enfrían el acuerdo, sobre todo en la materia de reforma fiscal, en lo que tiene que ver con la permanencia de los impuestos a la banca y a las empresas energéticas.