Arranca la temporada de caza con la recuperación de la perdiz roja y el control de predadores aún en la recámara

El pasado 8 de octubre comenzó una nueva temporada de caza en Castilla-La Mancha para casi todos los animales cinegéticos, aunque este pasado martes se abrió también para las aves migratorias acuáticas y para la cabra montés, que son las que faltaban. Y lo hace con unas previsiones muy halagüeñas si se tiene en cuenta la comparativa con años anteriores, en las que alguna especie se vio resentida en cuanto a cría o por afección de enfermedades. Un periodo que se alargará hasta el 8 de febrero en caza menor y hasta el 21 de ese mismo mes en caza mayor . Cinco meses en los que por los cotos de la comunidad autónoma, epicentro de la actividad cinegética de España por congregar en su territorio casi la totalidad de especies cazables de España, pasarán miles y miles de cazadores que vienen buscando algunas de las piezas más apreciadas. No en vano, según datos de la Federación Regional de Caza, en Castilla-La Mancha disponen de licencia entre 100.000 y 115.000 cazadores al año , de los cuales casi la mitad, unos 50.000 son de la misma comunidad autónona, y el resto de son de la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía y Extremadura, aparte de los que provienen de otros países y vienen aquí atraídos por las ventajas de esta actividad en la región. Un sector, el cinegético, que moviliza más 600 millones de euros, lo que supone el 1,7 por ciento del PIB regional, fomenta la creación de cerca de 14.000 empleos anuales, de los que 6.500 son empleos fijos en puestos directos de trabajo, crianza y aprovechamiento de especies cazables , tal y como informa el Gobierno de Castilla-La Mancha. Además, en la presente temporada, hay nuevos cotos sociales con un total de 13.000 hectáreas cinegéticas para facilitar la incorporación a la actividad cinegética, siendo el último en ponerse en marcha el de Riofrío, en el término municipal de Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real), con una superficie de 825 hectáreas. «La temporada cinegética en Castilla-La Mancha se presenta muy buena, con unas perspectivas muy positivas tanto en caza mayor como menor», afirma a ABC el director de la Fundación Artemisan y presidente de Aproca (Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente), Luis Fernando Villanueva . Unas previsiones que se fundamentan en la climatología del periodo anterior, sobre todo debido a las abundantes lluvias de la pasada primavera y sin tantas tormentas en verano, lo que ha ayudado, según indica, a unas buenas polladas de la perdiz en el campo. «Esta es la situación general de la región, aunque hay algunas comarcas en las que no ha llovido tanto, que son las menos, y las previsiones son otras, pero generalmente se prevé que la temporada sean óptimas», apunta Villanueva. Además, añade que el inicio de la actividad está coincidiendo con un otoño muy lluvioso igualmente, algo diferente a años anteriores, lo que también va a ayudar tanto a la gestión como a la comercialización para cazadores de Castilla-La Mancha, de otras regiones o de otros países. «Castilla-La Mancha es un centro neurálgico muy importante para el sector cinegético y la situación actual está haciendo que lo vaya a seguir siendo con unas perspectivas inmejorables tanto en caza mayor como en menor», asegura igualmente el presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Agustín Rabadán . Así, por ejemplo, en caza mayor, todas las especies, tanto el ciervo como el jabalí o el corzo están teniendo un crecimiento exponencial en toda la región, hasta el punto de que hay provincias y comarcas, en Guadalajara y Cuenca especialmente. Allí se han habilitado ya, desde hace dos años, una ampliación de cupos de caza para que se puedan abatir más ejemplares con el objeto de reducir su población y así evitar daños en la agricultura o posibles accidentes de tráfico en las carreteras. Agustín Rabadán informa de que la caza mayor está en «franca expansión» por toda la región. De hecho, destaca que el jabalí es la especie que se ha instaurado en toda la geografía castellanomanchega, con la habilitación del periodo especial para cazarlo con distintas modalidades durante los 365 días del año por la problemática de su superpoblación. En cuanto a los cérvidos, el corzo, que es una de las mejores especies en cuanto a cantidad como en calidad, está colonizando territorios que hasta ahora no había llegado e incluso se le puede ver en zonas de cultivo , además de en el monte, extendiéndose por toda la región igualmente, aunque sobre todo en las provincias de Cuenca y Guadalajara. Lo mismo sucede con el venado, el gamo, el muflón o la cabra montés, que se están expandiendo por toda Castilla-La Mancha con poblaciones muy importantes. «Sin embargo, por lo que se refiere a caza menor, hay más contraste», señala Luis Fernando Villanueva. Por un lado, especies como la perdiz y la liebre vienen de momentos malos o críticos debido a la situación que viene arrastrada de años anteriores. Es cierto que la cría de perdiz ha sido bastante buena este año, aunque habrá que ir viendo, mientras que la liebre se está recuperando muy poco a poco del brote de mixomatosis que afectó a la especie en 2018 y que redujo su caza en más de un 75% . Por otro lado, el conejo, que es la especie reina de la caza menor, varía mucho de una zona a otra de Castilla-La Mancha. Así, ha habido unos años de cría bastante malos en las zonas históricas donde siempre ha tenido presencia debido a la afección de la enfermedad hemorrágica vírica, que redujo mucho su población. Pero, sin embargo, en otros lugares como la Manchuela o La Mancha, entre las provincias de Albacete, Cuenca y Ciudad Real, hay sobrepoblaciones de conejos, lo cual está provocando conflictos con los agricultores por los daños en sus cultivos. Y o tras especies de caza menor son las aves migratorias, como la paloma torcaz, de la que hay una abundancia constatada . Con este panorama, lo que sigue echando en falta el director de la Fundación Artemisan es un plan de recuperación de la perdiz roja en Castilla-La Mancha, algo que llevan reclamando desde los últimos años. «Es una especie clave para la gestión de la caza de la gente más humilde y de los nuevos cazadores, ya que haría que las poblaciones se pudieran regular», afirma Villanueva, quien, aun así, se muestra optimista porque este año ha sido bueno para su cría y pueda haber más ejemplares en el futuro. Del mismo modo, el presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha pide que se tenga en cuenta a la agricultura para dotar de herramientas y de recursos económicos a los trabajadores del campo para que puedan adoptar medidas de mejora de hábitat, márgenes multifuncionales y parcelas en barbecho. Además, sigue insistiendo en un control de predadores, sobre todo del zorro y del meloncillo, que tanto daño hacen a las especies de caza menor . «Es hora de actuar, ahora que aún estamos a tiempo», concluye.