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Perfil de Yaha Sinwar: El carnicero de Yan Yunes

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Sinwar nació en el campo de refugiados de Yan Yunes en Gaza en 1962, cuando la franja estaba gobernada por Egipto. Su familia había huido o había sido expulsada de Al-Majdal Asqalan la actual Ahskelon durante la guerra de los nativos -judíos y árabes- contra el mandato británico de Palestina, y entre ellos, y la subsiguiente guerra de independencia israelí de 1948.

A principios de agosto pasado, se anunció que Sinwar había sido nombrado el nuevo líder de Hamás, tras el asesinato del jefe del politburo del movimiento islamista, Ismail Haniyeh, en Teherán, en un atentado atribuido a Israel. Sinwar, quien pasó la mitad de su vida adulta en prisiones israelíes, era el líder de Hamás más poderoso que quedaba con vida tras el asesinato de Haniyeh.

El joven Sinwar estudió en la Universidad Islámica de Gaza la licenciatura de Estudios árabes. Fue uno de los cofundadores del aparato de seguridad de Hamás y en poco tiempo pasó a dirigirlo, su principal interés era purgar Gaza de espías para Israel.

Avi Dichter, ex jefe del servicio de seguridad interior israelí, explica que era el tipo de político que el resto de la jefatura de Hamás no exhibía públicamente; “Sinwar hacía el trabajo sucio, el trabajo que nadie quería hacer, el tipo que mataba colaboradores, el que se creía, además, sus propias mentiras”. Los colaboradores podían ser personas que habían sido sorprendidas viendo una película que el movimiento consideraba inadecuada, quien era homosexual, y las muertes eran precedidas por interrogatorios cruentos. Así se ganó su apodo, entre los suyos, de “carnicero de Yan Yunes”.

Fue arrestado por Israel a fines de la década de 1980 y admitió haber asesinado a 12 presuntos colaboradores. Fue sentenciado a cuatro cadenas perpetuas por delitos que incluían el asesinato de dos soldados israelíes.

Sinwar organizó huelgas en prisión para mejorar las condiciones. También estudió hebreo y a la sociedad israelí, los analistas consideran que la conocía profundamente y a él le gustaba presumir de ello también. También dijo que los israelíes pretendían que la cárcel fuera una tumba, sin embargo, por su fe y su causa, la habían convertido en “santuarios de culto y academias de estudio”.

Fue liberado en 2011 junto con otros 1.027 prisioneros, como parte de un intercambio por el soldado israelí Gilad Shalit, que fue capturado por Hamás en una incursión transfronteriza en 2006, durante el mandato de Benjamin Netanyahu.

Pero antes de eso, en 2004, Sinwar, que presentaba síntomas extraños, como ponerse de pie para rezar y luego caerse y perder el conocimiento, se quejó a los carceleros de dolor de cuello. Un dentista de la prisión, Yuval Bitton, sospechó que se trataba de un problema cerebral y recomendó su hospitalización urgente. En el Centro Médico Soroka, los cirujanos israelíes le extirparon un tumor cerebral que podría haber resultado fatal. Sinwar, que evitaba hablar con autoridades israelíes, pidió agradecer personalmente a Bitton su gesto. También, en múltiples conversaciones, trató de acercarlo al islam.

Durante todo su mandato en Gaza desde febrero de 2017, Sinwar se opuso a compartir el poder con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Ramala. Igualmente rechazó cualquier cualquier acuerdo Israel.

Sinwar, junto con Mohamed Deif, es considerado el cerebro detrás del ataque liderado por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, el más mortífero en la historia israelí.

Dicen que Sinwar no se arrepintió de los ataques del 7 de octubre después de un año de conflicto armado, a pesar de haber desatado una invasión israelí en Gaza y una guerra que mató a decenas de miles de palestinos, asoló su tierra natal y está provocando la destrucción de su aliado Hizbulá. Es más, se entiende que Sinwar estaba tan solo esperando a que la guerra se hiciera regional. Cuanto peor, mejor.

Desde hacía un año, operaba en secreto, moviéndose constantemente y utilizando mensajeros fiables para la comunicación no digital, según gente de Hamás.

Durante los meses de negociaciones fallidas para un alto el fuego, lideradas por Qatar y Egipto y centradas en el intercambio de prisioneros palestinos por rehenes israelíes, Sinwar era el único que tomaba las decisiones. Los negociadores esperaban durante días las respuestas filtradas a través de una cadena secreta de mensajeros. Y después del primer acuerdo del mes de noviembre, por el que unos 100 rehenes fueron intercambiados por unos 300 presos, no le interesó nunca más negociar.

La ideología de Hamás y de Sinwar considera a Israel no sólo como un rival político, sino como una fuerza de ocupación en territorio musulmán contra la que lo único posible y deseable es la fuerza.