Un pueblo de Valladolid estalla contra la legalización de okupas por parte de la Sareb: «Se premia al que infringe la ley»

El problema de la vivienda y las okupaciones está al orden del día y no hay región que se pueda escapar de ella. Desde hace un tiempo, en una urbanización de Arroyo de la Encomienda (Valladolid), los vecinos sufren la presencia de unas 50 viviendas okupadas por grupos conflictivos y la situación está derivando en momentos de tensión y problemas constantes de convivencia. La situación ha llevado a que hace los vecinos estén empezando a organizar protestas y a que, como explicó ABC, el Ayuntamiento de Arroyo se reuniera hace unos días con la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) para abordar el problema. Del encuentro salió que la Sareb barajaba poder incluir a algunos de los okupas en algún plan de alquileres sociales para familias vulnerables y la negativa municipal, que se niega rotundamente a ello. Así, el concejal Alfonso González, consideró entonces que era «intolerable» la alternativa propuesta . «Se premia al que infringe la ley y se castiga al vecino que se paga su vivienda con su trabajo diario, que son los verdaderos vulnerables aquí», añadió el representante municipal. Ahora, este lunes este conflicto ha ocupado buena parte de la mañana en el programa 'Vamos a ver' de Telecinco, donde se han escuchado a todas las partes afectadas. El primero de los que ha opinado al respecto ha sido el propio presentador, Joaquín Prat, que ha resaltado que el precedente que quiere implantar la Sareb «es muy peligroso, ya que se está diciendo a quienes llevan años esperando un alquiler social que tienen prioridad quienes entran con una patada en la puerta , utilizando la extorsión y el chantaje». «Llevamos dos años con esta situación y no podemos más» , ha narrado Alberto, un vecino afectado de esta comunidad, que no da crédito a que se premie «al que infringe la ley». Él ha recordado que en su día a día se encuentran con «basura, plagas de insectos, puertas forzadas...». Desde el lado opuesto, uno de los supuestos inquilinos ilegales también ha hablado. «Yo no soy okupa, fui engañado y he ganado el juicio» , avisaba él, que ha remarcado que «aquí se vive muy bien, no se matan animales y no hay amenazas». Así, ha insistido en que «somos gente civilizada, no salvajes» y ha descartado que vendan droga. «La Guardia Civil vino y se quedaron asustados al ver la verdad. En mi portal no pasa nada de eso que denuncian los vecinos y yo tengo más educación que mucha gente que no dicen ni buenos días», se ha defendido, antes de remarcar que «los más interesados en regulación esta situación somos nosotros, que somos gente normal que estamos trabajando y nuestros hijos estudiando». Los okupas han avanzado que también se constituirán como plataforma «porque somos víctimas y hemos sido estafados».