Alexia ya vuelve a ser la mejor del mundo
El nuevo Barça de Pere Romeu está todavía por engrasar. La derrota en Manchester ante el City fue preocupante, más por la imagen dada en el primer tiempo que por el resultado. Lo grave es que las pájaras y la falta de intensidad de los primeros tiempos se han ido repitiendo. En los tres últimos encuentros: ante Madrid CFF, City y Espanyol, el Barça llegó al descanso por detrás en el marcador. La autocomplacencia de haberlo ganado todo la pasada campaña o la tranquilidad de saberse muy por encima de las rivales, las hace jugar con dos marchas menos de intensidad y con una velocidad de balón mucho menor de lo habitual. La voracidad en el área, menor que antaño.