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Октябрь
2024

Gonzalo Bernardos retrata las políticas del alquiler protegido de viviendas en España: «Nos han contado...»

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Abc.es 
El problema de la vivienda ha saltado este fin de semana a las calles con una multitudinaria manifestación que recorrió el centro de Madrid. Bajo el lema 'Se acabo. Bajemos los alquileres' , los manifestantes pidieron, entre otras cosas, la dimisión de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez , y tomar medidas drásticas si las actuales políticas siguen sin funcionar y las rentas no experimentan una bajada notable. Sobre la mesa también el porcentaje de sueldo que los inquilinos deben destinar a pagar el alquiler y que cifraron en un 60% frente al 30% que recomiendan los expertos. Han sido muchos los análisis que se han realizado en estos días sobre la movilización. Este domingo lo hizo también el profesor y economista Gonzalo Bernardos a través de un mensaje en X, anteriormente Twitter. Bernardos a criticado el discurso de los políticos que, dice, «nos han contado que la Vivienda de Protección Oficial (VPO) es una prioridad». El economista se ha mostrado contundente al afirmar que «no es verdad» y para ello ha compartido algunos datos sobre estas consctrucciones. Según las cifras que ha compartido, entre 2014 y 2023 se han iniciado 856.099. De las cuales, 60.478 son VPO en propiedad y 14.407 son VPO de alquiler. «Los municipios siguen vendiendo terrenos y en el suelo catalogado como VPO se hace más vivienda propiedad que alquiler», comenta sobre las cifras. Gonzalo Bernardos ha contniuado profundizando sobre este tema y se ha mostrado contundente contra los políticos: «Nos toman el pelo» . En este nuevo mensaje el economista ha criticado que sólo el 1,95% de las VPO se destinan al alquiler: «Muy partidarios no demuestran ser». Ante comentarios del riesgo de impagos en el alquiler social de las VPO, Bernardos ha subrayado que el único ayuntamiento que conoce que publiza la cifra de morosidad es el de Málaga, con un 40%. Como suele ser habitual, Bernardos ha llamado a resolver el problema desde «la racionalidad» y a obviar la ideología para llegar a un acuerdo que mejore mucho la «situación actual de la vivienda».