El vestuario culé lo tiene claro: es un proceso pero hay que mejorar ya
Hace unas semanas que planea sobre el panorama del fútbol femenino una pregunta de difícil respuesta. ¿Qué le pasa al Barça femenino?, es lo que se preguntan muchos a raíz de ver como el equipo azulgrana, invencible e intimidatorio en cursos anteriores, ha pasado a convertirse en terrenal e incluso ser superado por momentos por equipos notablemente inferiores en lo que va de temporada. Vaya por delante que todos los aficionados del fútbol femenino actual querrían llorar con los ojos que lo hacen los del FC Barcelona, pero este equipo, el azulgrana, ha acostumbrado tan bien al espectador, que, ya lo venían advirtiendo sus jugadoras, cuando han dejado de ser tan superiores se ha puesto en valor cómo ganaban partido a partido. Y aún así, como aseguraba la propia Irene Paredes tras el derbi ante el Espanyol, no debe cundir el pánico, puesto que el equipo marcha líder, ya en solitario tras el pinchazo de Madrid y Atlético, y en Champions está todo, absolutamente todo por decidir. Pero al margen de que el equipo crecerá y volverá a ser el que era, o todo apunta a ello, hay que centrarse en el análisis del momento. Y ahí, hay carencias que corregir. Por lo menos así lo reconocieron tras el partido contra el Espanyol el entrenador, Pere Romeu, y dos jugadoras de peso como Irene Paredes y Claudia Pina. Entre los tres se puede extraer perfectamente el sentir del vestuario, y en ellos hubo unanimidad en cuanto a identificar el problema, si es que se le puede llamar problema, a hacer autocrítica y al ánimo de revertirlo cuanto antes. "No estoy satisfecho porque quiero que mi equipo domine los noventa minutos", aseguraba Romeu. No hay declaración de intenciones mayor que la de un entrenador que gana 7-1 y se muestra insatisfecho por haber ido perdiendo al descanso. Pero este grupo tiene eso, la ambición. Siguió desglosando el técnico que "es un proceso que yo como entrenador tengo que acelerar para que esto no sea repetitivo en las primeras partes. Seguiremos trabajando, hacemos autocrítica, no nos podemos permitir que haya minutos en los que no somos insistentes". ¿Por qué pasa esto? Responde Romeu: "Está claro que somos un equipo que, hasta ahora, ha ganado mucho, ha marcado mucho y encajado poco. Cuando entras en un tramo del partido en el que en la primera que te llegan te marcan, y las que tienes no las haces, te entra algo de frustración. Mi trabajo es intentar darles el mejor contexto". Si algo no le falta al entrenador culé es convicción: "Estamos en la línea correcta, el equipo cada día hará cosas mejores, y este es mi objetivo como entrenador: que el equipo fluya lo antes posible".