Las artimañas en Valencia para no cumplir con el 25% del castellano en la educación: cuentan las horas de tutorías y Ética
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La denuncia de una familia revela las artimañas en un colegio de Valencia -y no es el único- para no cumplir con el mínimo del 25% de clases en castellano desde 2022: contabilizan en esa cuota las horas de tutoría, Ética y Religión, en vez de asignaturas troncales 'duras', tal como les reclama este padre de un alumno, pendiente de respuesta a un recurso de alzada. Además, otro progenitor de una estudiante de la clase de al lado ya consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ordenara mediante medidas cautelares que se respetara ese porcentaje, tal como publicó ABC . En estos momentos, la asociación Hablamos Español -que ha asesorado y gestionado estos litigios- ha instado a la ejecución de dicha resolución judicial y desde la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo han anunciado que la Inspección Educativa realizará un informe, porque en el centro CEIP Guillem d'Entença, de El Puig (Valencia), aseguran que se ciñen al Proyecto Lingüístico de Centro (PLC) y no hay irregularidades. Efectivamente, en la información de este documento -a la que ha tenido acceso ABC - se establece ese reparto del horario lectivo, donde queda patente cómo se cuadra la distribución para que, en la práctica, la enseñanza en castellano quede relegada por completo. En concreto, se reduce a la propia materia de lengua castellana, el tiempo de tutoría -que obviamente no se evalúa con exámenes ni cuenta para el futuro del alumno- a la Religión y a Valores Sociales y Cívicos (conocida como Ética). «No se está cumpliendo el mínimo, no se está utilizando en las asignaturas troncales desde marzo de 2022, cuando se aprobó el cambio de Matemáticas por que la teníamos en castellano en Primaria y al pasar al instituto estaba en valenciano, pero con Coneixement del Medi era al revés y no la cambiaron», relata Francisco J. M., sobre el origen de la maniobra para dar todo el peso de la enseñanza a una lengua en detrimento de la otra. Es decir, el buen criterio de dar continuidad a una materia en la misma lengua vehicular de enseñanza en la siguiente etapa educativa sólo se aplicó cuando era el valenciano, en cambio, se ignoró para el castellano, sin ningún tipo de coherencia pedagógica. «Con esa excusa , en el Consejo Escolar cambiaron las Matemáticas al valenciano, pero no la otra, cuando en Conocimiento del Medio es importante el idioma de aprendizaje de las palabras», subraya. «Se les mandó toda la documentación y hubo una reunión con la inspectora y con un representante de Hablamos Español, revisaron y dijeron que no había nada, por lo que presenté el recurso de alzada », añade este padre, pendiente también de que se cumpla la orden del TSJCV, que estipula su aplicación en toda la clase, no sólo en el alumno de la familia denunciante. «Mi hijo se quedaría fuera, todavía tendría que pelear apoyándome en la sentencia favorable al otro padre», puntualiza, ya que su caso pertenece a otro grupo de alumnos, aunque sea el mismo curso de Primaria. De hecho, desde la asociación que preside Gloria Lago y ha mediado en ambos casos han denunciado en reiteradas ocasiones que esta forma de inflar las horas de castellano se repite en muchos otros centros educativos, también contabilizando actividades como el teatro .