Salud mental: ¿Cuál es el efecto del psilocibio, el hongo ‘mágico’ que se usa contra la depresión?
Mucho se ha hablado sobre los beneficios que tienen algunas hierbas y especias como el jengibre, la manzanilla, la canela, la cúrcuma o el romero para la salud; sin embargo, poco se ha dicho de los hongos, específicamente, los alucinógenos, que diversos estudios han comprobado como un tratamiento efectivo para trastornos de salud mental como la depresión y ansiedad.
Nuestro país es el segundo en el mundo con más hongos psicodélicos, los cuales se usaban desde el México prehispánico con tres objetivos principales, entre ellos, la cura de enfermedades, dijo a El Financiero la psiquiatra integrativa, Carmen Amezcua.
“Ellos (nuestros antepasados) recolectaban estos hongos con tres objetivos fundamentales: el primero, el de comunicarse con sus dioses para preguntar el futuro; el segundo era entender qué iba a suceder con la siembra, qué iba a suceder con los líderes de la comunidad y tratar de ver el futuro y, un tercero muy importante, que era justamente el de curar las enfermedades”.
Los hongos psilocibios, también llamados hongos alucinógenos, contienen un químico natural llamado psilocibina, sustancia que pertenece al grupo de los psicodélicos o alucinógenos, la cual tiene el potencial de cambiar el sentido de la realidad de una persona, llevándola a ver, oír y sentir cosas que no están sucediendo en la vida real, o a experimentar la realidad de una manera diferente, señala el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Sin embargo, distintas investigaciones han encontrado en la psilocibina una terapia potencial para la depresión.
Un estudio publicado por la revista Nature señala que la psilocibina desincroniza el cerebro y altera masivamente la conectividad funcional en la corteza, la subcorteza y el hipocampo.
“La reducción persistente de la conectividad de la red neuronal por defecto del hipocampo puede representar un correlato neuroanatómico y mecanicista de la proplasticidad y los efectos terapéuticos de los psicodélicos” detalla la investigación.
“La ciencia ha reconocido desde los años 60, 70, una serie de ventajas terapéuticas de estos enteógenos. Sobre todo a nivel de las neurociencias, del tratamiento de depresión, ansiedad, estrés postraumático, adicciones, anorexia, un listado bastante interesante de patologías mentales donde la psilocibina, ya sea natural o sintética, resulta un tratamiento para pacientes que no tienen una respuesta adecuada con la psiquiatría tradicional”, agregó la especialista.
Además de los hongos alucinógenos, otras especies del reino fungi, como el melena de león y el Reishi son utilizados en la medicina tradicional china debido a que mejoran la salud de quien los consume.
“En salud mental se utilizan para depresión, ansiedad, para tratar el insomnio. Ahorita lo estamos utilizando mucho para postcovid, en los pacientes con neblina mental. También se usan para el déficit de atención, hiperactividad, Parkinson, enfermedades neurodegenerativas y estos son hongos que no tienen este contenido psicodélico; sin embargo, tienen un efecto sobre el cerebro y sobre las neuronas”, detalló Carmen Amezcua.
La especialista también remarcó la importancia del uso de los psilocibios, donde una sola sesión con ellos podría generar un cambio radical en un paciente que nunca había respondido a los tratamientos con medicamentos, en un mundo donde se estima que el 60 por ciento de las personas van a desarrollar alguna enfermedad mental en algún momento de su vida.
“A lo largo de su vida, alguien va a padecer depresión, ansiedad, adicciones, anorexia, bulimia o cualquier enfermedad mental”, expuso.
¿Quiénes pueden acudir a una terapia con hongos?
Aunque se trata de sustancias naturales, la especialista detalló que el uso de psilocibina no es para todas las personas, pues se requiere de una serie de estudios y acompañamiento psiquiátrico para evitar otros padecimientos.
“Si un paciente tiene tratamiento antidepresivo, tenemos que llevarlo a que reduzca los niveles de antidepresivos, a veces hasta retirar los medicamentos, porque la sustancia actúa sobre los mismos receptores, entonces no puedes usar las dos cosas al mismo tiempo”, explicó la especialista.
Por ello, la psiquiatra llama a no tomar esta sustancia sin consultarlo previamente con un especialista, ya que se debe determinar la dosis adecuada mientras se mantiene pendiente de la interacción, puesto que la experiencia tiene una duración de entre cuatro y seis horas en las que el paciente podría requerir asistencia.
“Es realmente un método terapéutico, donde se usan estas sustancias en dosis altas, las cuales inducen a un estado no ordinario, a una alteración sensorial, donde el paciente puede abrir canales inconscientes que le permiten solucionar ciertos episodios u obstáculos que había tenido con el tratamiento anterior. Esto implica un proceso de revisión y de preparación para los pacientes, entender para quién sí y para quién no es la psilocibina”.
¿En qué personas no se recomienda el tratamiento con psilocibina?
Como toda sustancia, la psilocibina tiene algunos efectos en el cuerpo como el aumento en la presión arterial y la frecuencia cardíaca, por lo que no se recomienda sus uso en personas con afecciones cardíacas o hipertensión.
Además, la especialista señaló que los pacientes en fase de depresión aguda no pueden someterse a este tratamiento, así como las personas con antecedentes de psicosis o trastorno bipolar.
“Ya sea en ellos mismos o de primer grado, es decir, padre madre. Esto está muy claro para la ciencia que son sujetos que no son candidatos para recibir estas sustancias porque éstas pueden llegar a detonar nuevamente episodios psicóticos o episodios de manía”.
¿La psilocibina puede causar adicción?
Una de las ventajas del uso de psilocibina como tratamiento para la depresión es que se trata de una sustancia que no causa adicción a quien la consume.
“Los receptores de nuestro cerebro con los que actúan solo lo hacen una vez, no sucede como con el alcohol, que hay cierta tolerancia y luego se genera esta dependencia”.
Sin embargo, la especialista externó su preocupación respecto a realizar prácticas conhongod
de forma recreativa, pues algunas personas podrían adquirir compuestos con otras sustancias, como el fentanilo, que tienen consecuencias negativas para la salud.
“No son medicinas inocuas, o sea, son medicinas que tienen sus riesgos, si bien son de las más seguras y mejor toleradas la psilocibina, el LSD, la cannabis, pues no, no están exentas de riesgo o de un mal uso. El otro riesgo que tenemos hoy es la adulteración, o sea, tú no sabes lo que estás consumiendo, hoy día, si observas los estudios que ha hecho la Secretaría de Salud, cada día hay más productos de este tipo adulterados con fentanilo”.
Ante estos hechos, Carmen Amezcua remarcó la necesidad de continuar con los estudios de estas sustancias en México, además de reiterar a las personas que están interesadas en este tratamiento que acudan con especialistas.