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Октябрь
2024

Una soltera muy marimandona fríe a pullas a su cita de 'First Dates': «Es muy ordinario»

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Abc.es 
La aspiración de Cloe (33) al decidir acudir a 'First Dates ' era encontrar «un osito amoroso», y el 'dating show' de Cuatro se lo concedió emparejándola con Rafael (31). Eso sí, antes de aceptar seguir conociéndole, la soltera puso unas cuantas condiciones. Ambos comensales llegaron al restaurante desde la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Primero ella, una azafata de tierra bastante tradicional en cuanto a sus ideales, familiares y políticos. Divorciada y madre de dos hijos, Cloe , considera que no ha perdido el tiempo en el amor, sin embargo, no ha tenido suerte. «He tenido cinco relaciones importantes. La vida sin un hombre no es lo mismo. Creo que es muy importante tener la figura de un hombre al lado de una mujer para que todo pueda fluir», declaraba al presentarse. Rafael, por su parte, es consultor. Se definió «como una persona muy cariñosa y romántica», que le gusta mirar mucho por su pareja. Entre Cloe y Rafa hubo 'feeling' desde el primer momento. «Tiene los ojos muy bonitos y me ha gustado físicamente», comentaba tras conocer a Cloe . Sin embargo, la primera impresión que ella tuvo de su cita no resultó tan espléndida. «Me ha parecido guapo y aseado, pero lo que menos me ha gustado es el tinte rubio de su pelo. Se parece a mí». No sería el único 'pero' que la soltera le sacaría a su pretendiente a lo largo de la velada. Conectaron en su visión de la familia. De hecho, para la azafata Rafa sumó puntos con su reacción al contarle que era madre. «Me gusta que lo acepte, porque al final mis hijos van a ir conmigo a todos lados, independientemente de las custodias que yo tenga y para mí mis hijos son lo primero». Coincidieron además en sus ideas políticas de derechas, y en su amor a España, aunque para Rafa supuso un 'shock' ver el tatuaje XXL de la bandera con la forma de la Península Ibérica que lucía su pareja de ' First Dates'. «Me parece fuerte que lleve la bandera de España tatuada. Una cosa es que te guste, pero yo no me la tatuaría en el cuerpo», comentaba el madrileño fuera de cámaras. Pero cualquier diferencia eran solo nimiedades; la cita iba viento en popa. Hasta que la soltera sacó a relucir su lado más intransigente. El pendiente que Rafa llevaba en la oreja, «plateado y con brillos» no le gustaba nada, «me parece muy ordinario», señalaba. No obstante, en lugar de tolerarlo como él había hecho con su tatuaje, ella le dio un ultimátum; si quería una segunda cita «tienes que quitarte el pendiente ese de brillito». Además, lo obligó a que dejara de fumar. Clo e puso a prueba la paciencia de Rafael. Y aunque este no se ofendió por la sarta de defectos que le sacó, admitió ante las cámaras que «la he visto muy marimandona». Por eso el desenlace acabó siendo inesperado. Rafa le preguntaba a su cita si había pasado una noche agradable. A lo que ella respondía afirmativamente, si bien aprovechaba para insistir en su intención de quitarle el pendiente. Condición que él aceptó si con ello podía seguir conociendo a Cloe . A la madrileña, pese a todo lo que lo criticó, también le pesaron más las cosas que tenían en común a la hora de aceptar. «Me ha parecido un chico muy apañado, muy simpático y muy majo. También he valorado un montón que acepte que tenga hijos, que hoy en día no es fácil».