Una terapia genética logra beneficios en una enfermedad pediátrica rara
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La terapia génica ha surgido como una de las mayores esperanzas para el tratamiento de enfermedades raras, entre ellas la adrenoleucodistrofia cerebral ( CALD). Esta enfermedad genética, progresiva y devastadora, afecta principalmente a niños pequeños, ocasionando una rápida pérdida de la función neurológica, lo que puede llevar a una discapacidad grave y, en muchos casos, a una muerte prematura. Sin tratamientos eficaces hasta hace pocos años, CALD representa un gran desafío médico y una fuente de sufrimiento para las familias afectadas. Un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts y el Hospital Pediátrico de Boston ha logrado un avance significativo en el tratamiento de CALD gracias a la primera terapia génica aprobada para esta enfermedad, conocida como elivaldogene autotemcel (eli-cel). Seis años después de recibir este tratamiento, el 94% de los pacientes no han mostrado deterioro en su funcionamiento neurológico, y más del 80% continúan libres de discapacidades importantes, lo que representa un cambio notable en la evolución de la enfermedad. Los hallazgos se han publicado en dos artículos en el ' New England Journal of Medicine '. La terapia génica eli-cel utiliza un vector lentiviral, Lenti-D, para introducir una copia funcional del gen defectuoso ABCD1, responsable de la enfermedad, en las células madre sanguíneas extraídas del propio paciente. Estas células madre modificadas se reintroducen en el cuerpo mediante un trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas (HSCT). Este enfoque reduce considerablemente el riesgo de enfermedad de injerto contra huésped, una complicación común en los trasplantes alogénicos tradicionales. A pesar de estos resultados alentadores, han surgido preocupaciones sobre la seguridad de la terapia, ya que algunos pacientes han desarrollado neoplasias hematológicas, como el síndrome mielodisplásico (SMD) y la leucemia mieloide aguda. En el primer ensayo clínico, ALD-102, un paciente desarrolló SMD, mientras que en un segundo ensayo, ALD-104, seis de los 35 pacientes tratados desarrollaron neoplasias hematológicas malignas, lo que sugiere que el vector Lenti-D podría estar relacionado con estos casos. El segundo ensayo clínico utilizó un protocolo ligeramente diferente, empleando un fármaco de quimioterapia (fludarabina) durante el trasplante en lugar de cytoxan, lo que podría haber influido en el aumento de los riesgos de leucemia observados. Esto ha llevado a los investigadores a investigar más a fondo las causas subyacentes de estos cánceres de la sangre, con el objetivo de mejorar los vectores lentivirales y los regímenes de trasplante para minimizar estos efectos secundarios graves. A pesar de estos riesgos, los investigadores destacan el impacto positivo de la terapia. Según Florian Eichler , autor principal del estudio, hace algunos años la mayoría de los niños con CALD llegaban a su clínica en un estado terminal, mientras que hoy muchos pueden vivir una vida plena y sin discapacidades graves. Sin embargo, el equipo subraya la necesidad de cautela y de continuar investigando las complicaciones oncológicas para poder ofrecer una mayor seguridad a los pacientes. La terapia génica eli-cel fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU . en 2022, y su desarrollo fue liderado por la compañía de biotecnología bluebird bio, Inc. En el ensayo clínico ALD-102, 32 niños de entre 3 y 13 años con CALD en etapa temprana recibieron el tratamiento. El éxito de la terapia radica en su capacidad para detener la progresión de la enfermedad en la mayoría de los casos, lo que representa una esperanza para las familias afectadas por esta devastadora condición. La detección temprana de la adrenoleucodistrofia en recién nacidos ha sido identificada como una herramienta crucial para mejorar los resultados del tratamiento. Al identificar la enfermedad en sus primeras etapas, es posible intervenir antes de que el daño neurológico sea irreversible, lo que abre nuevas oportunidades para el uso de la terapia génica, especialmente en pacientes que no cuentan con donantes compatibles para un trasplante de células madre alogénico. David A. Williams, uno de los principales investigadores, señaló que los avances logrados en la última década son inspiradores y ofrecen una fuente de esperanza para las familias que enfrentan opciones limitadas. Aunque los riesgos asociados con la terapia génica y el uso de vectores lentivirales son reales, cada avance científico acerca a los médicos y científicos a las respuestas que las familias afectadas por CALD necesitan desesperadamente. En resumen, la terapia génica para la adrenoleucodistrofia cerebral ha demostrado ser una intervención revolucionaria que ha transformado el pronóstico de muchos niños afectados. Sin embargo, sigue habiendo desafíos importantes en términos de seguridad, lo que subraya la necesidad de continuar investigando y mejorando las terapias disponibles para garantizar su eficacia y seguridad a largo plazo. Los investigadores están comprometidos con la mejora de los vectores lentivirales y el perfeccionamiento de los tratamientos para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos, con el objetivo final de ofrecer una cura segura y eficaz para esta devastadora enfermedad.