Sumar afea al PSOE quedarse solo en la defensa de la reforma legal que rebaja penas a etarras
En la parte socialista del Gobierno no ha habido, hasta ahora, una defensa política férrea de la modificación legal que permitirá reducir las penas a presos etarras que hayan cumplido condena en cárceles fuera de España. Tampoco se prevé que en el futuro lo hagan, pero tampoco frenarán su aprobación. De hecho, dentro del PSOE, la reforma aprobada ha causado estupor. «No me gusta nada», reconocen en el grupo parlamentario socialista.
Es una de las reivindicaciones históricas de la izquierda abertzale y entre el electorado socialista no se recibe con aceptación la política de la dispersión de los presos de ETA. Así, el PSOE ha utilizado el argumento de que había que cumplir con la «trasposición de una directiva europea» como mantra. A pesar de que Europa no obligaba a aprobar la polémica enmienda que introdujo Sumar –causante de la reducción de penas– y que todos los partidos por unanimidad aprobaron en el Congreso.
Es Sumar quien, desde el minuto uno, ha defendido la enmienda de la ley que permite a los presos condenados en la UE y después en España sumar penas a efectos del computo máximo que una persona puede permanecer en prisión, según la legislación española. En el partido minoritario, el portavoz de Justicia, Enrique Santiago, salió a explicar a los medios la enmienda –que también fue avalada por el PP– y en lo sucesivo, portavoces y diputados han seguido el mismo patrón: mantener que la enmienda se presentó porque ningún ciudadano español «puede cumplir dos veces la misma pena por un mismo delito». Una propuesta que niegan haber presentado por obligación de Bildu, ante el señalamiento del PP.
Tres días ya desde que estallara todo, en Sumar reconocen malestar con el PSOE por no explicar claramente lo que ha ocurrido mientras que ellos, abiertamente, hablan de ello. En el partido se ven solos en la defensa de la enmienda y creen que habrían sido necesarias «más explicaciones» por parte del PSOE, más pedagogía, según fuentes gubernamentales de Sumar. Insisten, además, en que la ley «afecta a los derechos fundamentales» de todos los presos, no solo a los que formaron parte de la banda terrorista ETA.
Lo cierto es que esta medida es más comprensible dentro del electorado más de izquierdas, según explican otras fuentes, por lo cual no hay tibieza ninguna en Sumar en seguir defendiendo la reforma. Otras fuentes censuran que el PSOE no ha sido «honesto» al dejar solo a Sumar en la defensa y recuerdan que ello ya sucedió cuando los socialistas comenzaron a hablar de la Ley de Amnistía. Fue primero Sumar quien lo hizo sin tapujos, quien reunió a un grupo de académicos para formular sobre el encaje constitucional de la amnistía en España y quien defendía sin parangones la norma. Ayer mismo, el portavoz Enrique Santiago elevó la presión sobre el PP, al que reclamó «valentía» para decir «la verdad». «Yo creo que el PP debe dejar ya de esconderse detrás de las víctimas», dijo, pidiendo a los de Feijóo que digan que «la reforma les parece bien porque es derecho comunitario, que es de obligado cumplimiento».
Frente a esta defensa, en el Gobierno todavía no han explicado en público ni en privado por qué apoyaron la polémica enmienda ni tampoco por qué la «mejora» de la ley no fue incluida en el proyecto de ley que aprobó en el Consejo de Ministros para remitirlo al Congreso si era una exigencia europea, como sostienen. En el Gobierno se limitan a asegurar que el texto aprobado es igual al que ya aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en 2014. La diferencia es que entonces la norma se cambió en el trámite parlamentario para evitar que pudiesen beneficiarse miembros de ETA.