Felipe VI apela a la "unidad" con las víctimas en España en plena controversia por las penas de los presos de ETA
El jefe del Estado y el ministro Grande-Marlaska coinciden en resaltar la "unanimidad" que siempre ha presidido este asunto en una cumbre internacional celebrada por la ONU en Vitoria
Covite denuncia un “nuevo atropello” a las víctimas de ETA por la ley que permitirá reducir condenas a 44 presos
Vitoria ha inaugurado este martes la segunda cumbre internacional sobre víctimas del terrorismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo fuertes medidas de seguridad y con la presencia del jefe del Estado, el rey Felipe VI, del lehendakari, Imanol Pradales, de tres ministros del Gobierno de España y de otras autoridades. Mientras en España sobrevuela la controversia por la reforma legislativa para que computen las penas de cárcel cumplidas en otros países de la Unión Europea, lo que implicaría excarcelaciones más rápidas de una cuarentena de presos de ETA y ha soliviantado a asociaciones como Covite o la AVT, los discursos tanto del monarca como del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han girado en torno a la “unidad” y la “unanimidad” que siempre han presidido las políticas en relación a las víctimas. Ha sido la vicepresidenta de Javier Milei, Victoria Villerruel, la que ha introducido de lleno el asunto al acusar al Ejecutivo de Pedro Sánchez, con el que Argentina tiene rotas las relaciones diplomáticas, de otorgar beneficios a “etarras”.
El motivo de la elección de la capital vasca para un inusual foro internacional es que acoge el Memorial del Gobierno de España, inaugurado en 2021 y que homenajea a todos los asesinados y heridos en España -o españoles en el extranjero- por la acción de ETA, de los GAL, de los GRAPO, del yihadismo o de otras organizaciones. La primera cumbre tuvo lugar en 2022 en Nueva York, otra ciudad con un importante Memorial dedicado a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Felipe VI, que ha llegado con un ligero retraso, ha sido recibido por una nube de fotógrafos y camarógrafos; a los redactores, en cambio, se les ha impedido incluso asomarse a las barandillas para ver los detalles con los que rellenar sus crónicas. Ha estado en todo momento escoltado por Pradales, a quien ya conoció en julio nada más ser nombrado para el cargo en una audiencia en Madrid. Una víctima del terrorismo procedente de Australia le ha regalado una reverencia.
En su parlamento, el jefe del Estado, ha combinado el inglés con el castellano, aunque ha realizado algunos saludos también en euskera. Ha destacado que la normativa española de protección de las víctimas del terrorismo, de 2011, fue aprobado por “unanimidad” en las Cortes Generales. Ha apuntado igualmente que España impulsó en 2018 un programa mundial de apoyo a este colectivo y en 2019 otro foro similar que copreside con Irak. “Proteger” sus “derechos” y “necesidades” es una cuestión “prioritaria” para el Estado, ha señalado Felipe VI. “Asistir y proteger a las víctimas es un reto constante”, ha manifestado también. Ha destacado, finalmente, la importancia de introducir los testimonios de las víctimas en las aulas. Ha felicitado en inglés a los familiares de asesinados o supervivientes presentes por sus “poderosas y conmovedoras” palabras y por su “bravura y dignidad”. Y, significativamente, ha finalizado con una apelación a “permanecer unidos en esa lucha permanente contra el terrorismo” y “contra las ideas que lo alimentan”. “[Hay que] Permanecer también juntos luchando a favor de las víctimas, de los que más han sufrido esta lacra que nos azota”, ha señalado.
El ministro del Interior, de su lado, no ha mencionado en ningún momento la polémica. Muy al contrario, Grande-Marlaska ha insistido en “reafirmar” el “respeto a la dignidad” de las víctimas, que constituyen una “referencia ética y moral”. Y ha apelado igualmente al consenso pleno que suscitó la ley de 2011. “Las víctimas son, sois, el símbolo de nuestra defensa de la paz”, ha agregado tras cuantificar en 1.400 los asesinados en España desde 1960 y en 5.000 los heridos en ese mismo período. Asimismo, ha apostado por continuar llevan el “testimonio cívico y ejemplar” de este colectivo a las aulas para que los jóvenes conozca la historia de primera mano y se logre una “neutralización de toda narrativa terrorista”. Por su parte, el titular de Exteriores, José Manuel Albares, ha arrancado su intervención con un recuerdo a dos españoles asesinados el 7 de octubre de 2023 en Israel como consecuencia de los ataques de Hamás. Uno de ellos, Ivan Illarramendi, era vasco. Ha destacado también el compromiso de España con el “multilateralismo”.
La ikurriña que ha aparecido en el escenario
Pradales ha dado la bienvenida a los asistentes a Euskadi. En el auditorio María de Maeztu, donde se han pronunciado los discursos, únicamente ondeaban la bandera de España y la de la ONU hasta estos discursos institucionales, cuando ha aparecido también una ikurriña. “For those who visit us, be welcome to the Basque Country, Euskadi. I really hope you enjoy your visit at our country”, ha saludado en inglés el lehendakari. Los dantzariak que han realizado el aurresku de honor también han dado la bienvenida a los presentes a “Euskal Herria” y han contado en inglés y francés que ese baile es una de las esencias de la cultura local. El jefe del Estado ha sido el primer del público que se ha puesto en pie para ver el baile.
En su intervención, ya en castellano, Pradales ha contado dos vivencias personales relacionadas con el terrorismo. Ha señalado que el ertzaina asesinado por ETA en Hernani Iñaki Totorika fue su “compañero de estudios, patio y vivencias”. También que en su familia siempre se ha recordado el atentado del bar Aldana de Alonsotegi, cometido por una organización llamada GAE.
“En todos ellos un mismo denominador común: el uso de la violencia para acabar con quien no piensa igual. Bombas para combatir ideas. Y una segunda coincidencia: personas que amparan, apoyan y, en algunos casos, financian esta estrategia de violencia y terror. En relación con el terrorismo y la violencia existe el deber de reconocer el daño causado, de pedir perdón, de condenar aquello que nunca debió ocurrir y de asumir responsabilidades. Nuestra prioridad en Euskadi es avanzar en un modelo de convivencia [...]. No podemos olvidar, como tampoco permitir, la construcción de un relato sesgado. Por justicia hacia los que sufrieron la lacra del terror y porque no pueden volver a repetirse hechos similares. El olvido es una forma de injusticia y, la falta de información y formación permitirá la asunción por las nuevas generaciones de ideologías totalitarias y su falta de compromiso con el sistema democrático”, ha manifestado Pradales.
Ante un auditorio en el que había representación de colectivos de víctimas de España y de otros países -dos de ellas eran Consuelo Ordóñez de Covite y Maite Araluce de la AVT, que sí han criticado duramente el asunto de la reforma del cómputo de penas- el lehendakari ha querido “ensalzar” a este colectivo “tan injustamente silenciado durante demasiados años”. “Han sido condenadas, en muchas ocasiones al ostracismo, cuando no a la discriminación. Aplaudimos y agradecemos de corazón su contribución a la paz. Su generosidad ha sido y es enorme. Son, sois, un ejemplo que compartir con el mundo”, ha concluido.
El “excelente trabajo” del Memorial de Vitoria
Horas antes, por la mañana, el discurso de apertura lo ha pronunciado la alcaldesa, Maider Etxebarria, que ha intervenido en castellano, inglés y francés y que ha saludado igualmente en euskera, idioma que “no es una de las lenguas oficiales de la ONU”. La regidora ha señalado que “durante seis décadas” el terrorismo ha causado en Vitoria, en Euskadi y en España “muerte, extorsión, amenazas, espanto y familias rotas” y ha señalado “especialmente” a ETA y a su entorno. En inglés, ha remarcado el “excelente trabajo” del Memorial y se ha mostrado “segura” que esta tarea ha persuadido al Gobierno de España y a la ONU para traer la cumbre sobre terrorismo a Vitoria. Etxebarria ha finalizado pidiendo centralidad para las víctimas. “Colaboremos para construir un dique contra la intolerancia y el terror”, ha solemnizado.
La consejera vasca de Justicia y Derechos Humanos, la socialista, María Jesús San José, que ha llegado al cargo con la intención de matizar algunas políticas previas realizadas por el PNV, también ha tenido una intervención. Ha asegurado que Euskadi ha vivido “medio siglo” condicionado por “miedo, amenazas y asesinatos”. Es “una marca que tardará generaciones en desaparecer”. La consejera ha mencionado también la “lacra” que supusieron los “abusos y torturas” que se produjeron en el marco de la lucha contra ETA. Sobre las políticas de víctimas, San José ha demandado “salvaguardar su derecho a una reparación justa del sufrimiento vivido y no limitar su papel al de un receptor pasivo”. Toca “escucharlas e integrarlas como palanca de todas las políticas que les conciernen”, ha manifestado.
Han seguido el foro desde el público la ministra Elma Saiz, los máximos mandos en Euskadi de Policía Nacional, Guardia Civil, Fuerzas Armadas y Ertzaintza, todos ellos uniformados y ocupando toda una línea del graderío. También se han desplazado a Vitoria el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, el fiscal-jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, la presidenta de Navarra, María Chivite, o su consejera Ana Ollo. No han faltado la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, el titular del Ararteko, Manuel Lezertua, su homóloga en las Juntas Generales, Irma Basterra, el consejero vasco Bingen Zupiria, el director de Gogora, Alberto Alonso, la fiscal-jefe local, Carmen Cotelo, la presidenta de la Audiencia Provincial, Mercedes Guerrero, o el diputado general de Álava, Ramiro González.
Los invitados extranjeros
El maestro de ceremonias ha sido Susheen Gupta, canadiense. Cuando tenía 12 años su madre fue asesinada en un atentado contra un vuelo de Air India que cayó al océano. Entre los invitados había mandatarios extranjeros como la ultraderechista Victoria Eugenia Villarruel, vicepresidenta de la República de Argentina y 'número dos' de Javier Miléi, que ha aprovechado la tribuna para cargar contra el Gobierno anfitrión en su propia casa. Previamente se había reunido con el presidente del Congreso, Pedro Rollán, en un contexto de ruptura de relaciones entre España y su país. En el tramo de los discursos, ha quedado encajonada en el público entre la ministra Saiz y e Pradales.
Han tomado la palabraen esta cumbre igualmente Javier Martínez-Acha, ministro de Exteriores de Panamá, Josefina Vidal Ferreiro, viceministra de la Cuba comunista -que ha acusado a Estados Unidos de financiar ataques terroristas por todo el mundo-, Péter Sztáray, secretario de Estado de Seguridad de la Hungría de Viktor Orban o Salih Hussain Ali, embajador de Irak en España. Había también diplomáticos o cargos de Turquía, Australia, Bangladesh, la República Popular de China, India, Pakistán, Eslovenia, Arabia Saudí, Francia, Armenia o Andorra. La ONU ha estado representada, entre otros, por el exministro Miguel Ángel Moratinos, ahora alto representante para la Alianza de Civilizaciones, y por el subsecretario general, el ruso Vladimir Voronkov, que ha intervenido por videoconferencia.
Una de las imágenes de la jornada la han ofrecido los cajones repletos de pasaportes de diferentes colores que los asistentes entregaban para recibir los aparatos de traducción instantánea. Para que ese sistema funcionara a la perfección, en una planta superior del auditorio de María de Maeztu había dispuestas cinco cabinas, tantas como idiomas oficiales de la ONU, que son el inglés, el francés, el ruso, el árabe y el chino. Para cada idioma había dos intérpretes ayudados por consolas para hacer al instante el cambio de idioma. Junto al control del evento había un sexto equipo para el servicio en castellano. Un responsable de ese equipo, que a la hora de comer apenas había tocado los bocadillos de embutido que les han entregado, explicaba que no había un mecanismo específico para las intervenciones en el otro idioma oficial local, el euskera, empleado por ejemplo por Pradales y por la alcaldesa.
El evento político más internacional de Vitoria
Fuentes del Ayuntamiento de Vitoria recalcan con satisfacción que es el evento con mayor proyección política internacional de la historia de Vitoria. En total, han sido 480 los acreditados, una cifra no excesivamente alta, pero sí de un gran peso diplomático. El evento ha tenido lugar en el palacio de congresos Europa, ubicado en la avenida de Gasteiz. Desde días atrás, eran bien visibles las reforzadas medidas de seguridad.
De modo excepcional, agentes uniformados de la Policía Nacional han colaborado con la Ertzaintza en esta misión. Este cuerpo del Estado, habitualmente limitado en sus competencias, ha desplegado unidades caninas -que han revisado incluso la sala de prensa y los hoteles que acogen a los invitados-, ha colocado escáneres para revisar todos y cada uno de los equipos informáticos y ha desplegado francotiradores en las azoteas. Fuentes policiales indican que incluso se ha desplazado un equipo de la unidad de elite conocida como GEO.
La Policía local de Vitoria ha colaborado en el dispositivo especial aunque ha generado el enfado de quienes habían aparcado correctamente sus bicicletas y las han visto retiradas de sopetón. La cumbre ha causado algunas alteraciones en el tráfico rodado o en el transporte público. Según ha informado Radio Euskadi, hacia las 11.00 horas la Policía ha cortado el servicio de tranvía por una supuesta amenaza representada por una bicicleta abandonada que ha resultado ser una falsa alarma.