La Virgen de Chiquinquirá de Aregue retornó a su santuario el sábado con las peticiones del pueblo de Carora
A las 4:00 de la mañana del sábado 5 de octubre se inició la Marcha de la Fe, edición número 18, por primera vez desde la parroquia San José de Calasanz, en Carora, estado Lara.
Monseñor Carlos Enrique Curiel Herrera, obispo de la Diócesis de Carora, dio una bendición especial antes de la salida de la Virgen India hacia la población de Aregue.
La procesión desde el templo de los padres escolapios, fue acompañada también por peregrinos de otras parroquias diocesanas y estados como Falcón. En el camino, se iban sumando feligreses que esperaban en las esquinas de las avenidas Francisco de Miranda, 14 de Febrero y Fuerzas Armadas.
Entre los homenajes de los fieles, la Virgen del Rosario recibió dos serenatas: una en la avenida 14 de Febrero, frente a Cecotorres, y otra en la avenida Fuerzas Armadas, en la entrada de la urbanización El Roble.
El recorrido de la Virgen de Chiquinquirá fue acompañado por muchos jóvenes que llevaban pancartas con mensajes de fe y esperanza, así como por familias que asisten con devoción cada año.
En la XVIII edición de la Marcha de la Fe los peregrinos iban rezando el Santo Rosario, acompañados asimismo por los seminaristas de la Diócesis de Carora, que marchaban con alegría y devoción.
En el recorrido de 12 kilómetro hasta la población de Aregue la Virgen llegó a las 9:00 de la mañana. El pueblo la esperaba con cantos. Como cada año, 2 kilómetros antes del santuario, el Sagrado Lienzo es bajado del chiquimovil para llevarlo en hombros hasta su templo.
El encuentro con la imagen de san José también fue un momento conmovedor. Es costumbre que apenas la Virgen morena pisa suelo aregueño, que san José, su casticismo esposo, salga a recibirla.
La entrada a su santuario fue acompañada de aplausos, oraciones y muestras de agradecimiento por los miles de fieles.
A las 10:37 de la mañana se inició la santa eucaristía de bienvenida, presidida por el obispo, monseñor Carlos Curiel, en compañía los sacerdotes del clero diocesano.
El obispo de Carora agradeció a Dios durante en la homilía por permitirle vivir esta peregrinación. «El que ama siempre responde con prontitud, por eso dice el evangelio: «María se encaminó presurosa», manifestó.
El santuario de Aregue celebrará con sus fieles el 8 de diciembre los 70 años de la consagración del templo adyacente al viejo templo parroquial, que es la sede del santuario diocesano.
La fecha recuerda la consagración episcopal del primer obispo diocesano nacido en esta tierra caroreña, monseñor Eduardo Herrera Riera.
El padre Ernesto Camacho, párroco y rector del santuario diocesano, manifiesta: «Jesús va de pie, caminando junto a nosotros sin nunca mudarse, nunca nos abandona, nunca nos deja solo. Si te sabes acompañado por Él, sabrás que su luz, su verdad y su alegría, y sobre todo su vida -con mayúsculas-, siempre permanecerá en nosotros y nos alcanzará la ternura de su misericordia, que nos llena de su paz y de su esperanza».
El día 6 de octubre fue la solemnidad de Nuestra Señora del Rosario Chiquinquirá de Aregue en toda la diócesis de Carora y en el corazón de todos sus devotos.
La solemne eEucaristía en honor a la Virgen de Chiquinquirá de Aregue fue presidida por el arzobispo de Barquisimeto, monseñor Polito Rodríguez Méndez, quien estuvo acompañado por los sacerdotes del clero diocesano y la feligresía.
Monseñor Rodríguez Méndez invitó al pueblo de Carora «a ser mejores ciudadanos». «Y eso lo construimos, desde el hogar», dijo.
Este 7 de octubre se celebra a la Virgen del Rosario, advocación que nos recuerda la importancia de dirigirnos afectuosamente a nuestra madre en la oración, en particular a través del rezo del Santo Rosario. Fue la mismísima Virgen María quien nos pidió que lo recemos y lo demos a conocer, para que podamos obtener gracias abundantes.
Por Jhon Romero
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