Cuentas y no cuentos
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Incluso para los nacionalistas más exentos de materia gris, tan pululantes por la demarcación gallega, debería ser exigible un mínimo de respeto hacia la ciudadanía que los padece resignadamente y a altísimo costo. No se trata de pedir gollerías cerebrales ni un excesivo predominio de lo intelectual sobre lo intestinal; se trata simplemente de requerir una cierta consideración hacia la población medianamente normal, que suele ser el 90 por ciento de los padrones municipales. Quiere decirse que, salvo excepciones de patología cainita, no es de recibo cargar la propia incompetencia en hombros ajenos, ni atribuir la particular idiocia al absentismo del adversario político. Leído el repertorio de las fiestas patronales de Lugo, que la ciudad viene dedicando a san Froilán... Ver Más
