Khalil Rountree, el peleador a quien las artes marciales mixtas salvaron del suicidio
No hay ciudad en el mundo como Las Vegas. Sus luces destellantes atrapan a todo aquel que visita la gran urbe, famosa en el mundo entero por sus excentricidades, lujuria y sus grandes casinos, que emplazan a los más grandes magnates y hombres de poder de todo Estados Unidos. Las calles de la megalópolis americana, la ciudad del dinero por excelencia, también son capaces de encubrir la oscuridad del ser humano, la maldad de los individuos y las dificultades más extremas de los ciudadanos de a pie que poco o nada tienen que ver con la excentricidad de la riqueza