El toples prohibido de Lady Di: Cuánto se pagó por las fotos y dónde terminaron esas imágenes

Ha dado todo lujo de detalles a Ana Rosa Quintana y a su equipo y la audiencia de ' TardeAR ' (Telecinco) seguramente se haya quedado sorprendida ante los datos y las cifras que ha dado a conocer Juan Carlos Teuma a Quintana y los suyos. Él fue uno de los artífices de las fotografías de Lady Di en toples, instantáneas que se tomaron en los 90 en una escapada de la Princesa de Gales a la Costa del Sol. ¿Dónde se alojaba? ¿Con quién viajaba? ¿Cómo consiguió hacer esas fotos? Teuma ha señalado que en aquel entonces era más fácil localizar a los famosos que se venían de escapada a Marbella y alrededores, pues por aquel entonces había «tres o cuatro hoteles en los que igual se podrían hospedar, lo que facilitaba la tarea». Le dieron un chivatazo primero de que andaba por el sur, por la costa malagueña y se puso manos a la obra hasta que la localizó en el extinto hotel Byblos . Una vez encontró a Diana de Gales, con sus equipos de fotografía preparados, tocó colarse en el complejo. El paparazzi ha explicado a Ana Rosa que entró a través de diversos pasajes, pasillos y estancias del edificio, así hasta que dio con ella: «Estaba en la piscina, tranquilamente, en compañía de las amigas con las que viajaba». Rapidez y eficacia para tomar las instantáneas que, finalmente, no verían la luz. Estas fueron adquiridas por una revista -en 'TardeAR' no han querido dar detalles al respecto, si bien mucho se ha comentado al respecto- que tuvo claro que eran fotos que no deberían ver la luz jamás. Se compraron a Juan Carlos Teuma y a otros compañeros que participaron con él y la publicación abonó una cifra millonaria, tal y como ha confesado el fotógrafo a Ana Rosa Quintana : «Más de un millón de euros…» Lo que se hizo con estas imágenes es otra historia, un final más propio de ficción de la realidad. Y es que los negativos de esas tomas se quemaron para que jamás vieran la luz y no se publicaran de ninguna manera. Según la prensa británica, los profesionales que formaron parte de esta operativa tomaron un total de 30 instantáneas, de las cuales ocho eran de Diana en toples . Teuma ha hablado de siete y ha relatado la secuencia de alguna de estas, que tuvo lugar cuando llamaron por teléfono a la Princesa de Gales y llegó un empleado de hotel a pasarle el aparato a Diana, que se levantó y probablemente ahí se captaron algunas de las desaparecidas fotos.