¿Qué sucede en el cerebro cuando una persona con esquizofrenia «escucha voces»?
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¿Qué sucede en el cerebro cuando una persona con esquizofrenia «escucha voces»? Un equipo de investigadores de la U niversidad de Nueva York en Shanghái (China) cree haber dado con una respuesta. La clave, escriben en ' PLOS Biology ', reside en que las alucinaciones auditivas son probablemente el resultado de anomalías en dos procesos cerebrales: una descarga corolaria « interrumpida » que no logra suprimir los sonidos autogenerados y una copia eferente « ruidosa » que hace que el cerebro escuche estos sonidos con más intensidad de la que debería. Los pacientes con ciertos trastornos mentales, incluida la esquizofrenia, suelen oír voces aunque no haya sonidos en su entorno. Es posible que los pacientes no distingan entre sus propios pensamientos y las voces externas, lo que reduce su capacidad para reconocer los pensamientos como autogenerados. En el nuevo estudio, los investigadores coordinados por Xing Tian, llevaron a cabo experimentos de electroencefalograma (EEG) midiendo las ondas cerebrales de veinte pacientes diagnosticados con esquizofrenia con alucinaciones auditivas y veinte pacientes diagnosticados con esquizofrenia que nunca habían experimentado tales alucinaciones. En general, cuando las personas se preparan para hablar, sus cerebros envían una señal conocida como « descarga corolaria » que suprime el sonido de su propia voz. Sin embargo, el nuevo estudio demostró que cuando los pacientes con alucinaciones auditivas se preparaban para pronunciar una sílaba, sus cerebros no solo no lograban suprimir estos sonidos internos, sino que presentaban una respuesta de «copia eferente» mejorada a los sonidos internos distintos de la sílaba planificada. Los autores concluyen que las deficiencias en estos dos procesos probablemente contribuyen a las alucinaciones auditivas y que abordarlas en el futuro podría conducir a nuevos tratamientos para dichas alucinaciones. «Las personas que sufren alucinaciones auditivas pueden «oír» sonidos sin estímulos externos. El nuevo estudio sugiere que las conexiones funcionales deterioradas entre los sistemas motor y auditivo del cerebro median en la pérdida de la capacidad de distinguir la fantasía de la realidad», escriben los investigadores.