Un mes de septiembre dominado por las lluvias torrenciales
El mes de septiembre se cierra con niveles de lluvia intensos, desde el supertifón Yagi en Asia al ciclón Helene que barre las costas de Florida, pero no se puede atribuir con certeza el fenómeno al cambio climático.
En varias regiones, los primeros datos muestran que las cantidades de agua que han caído del cielo son récords locales.
Las lluvias que golpearon a mediados de septiembre a Europa central y oriental son "con mucha diferencia las más intensas jamás registradas" en la región, revela un estudio publicado el miércoles por la red de científicos World Weather Attribution (WWA).
En la ciudad japonesa de Wajima, más de 120 milímetros de agua cayeron en una hora la mañana del 21 de septiembre, un récord desde el inicio de las mediciones en 1929.
Sin embargo, aunque los científicos son capaces de vincular algunos fenómenos meteorológicos extremos al cambio climático, aún es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas.
El observatorio europeo Copernicus debería tener lista una compilación de datos global a principios de octubre.
"Siempre ha habido fenómenos meteorológicos extremos, pero su intensidad ha sido amplificada por el calentamiento global, en particular en términos de precipitaciones", declaró el jueves a la AFP Paulo Ceppi, del Grantham Institute en el Imperial College de Londres.
"Probablemente este es uno de los indicadores comunes a los fenómenos observados en regiones del mundo muy diferentes", añadió.
El calentamiento global ha duplicado la probabilidad, en comparación con la era preindustrial, de experimentar lluvias intensas durante cuatro días, según el estudio de la red WWA.
- ¿Más calor y más humedad? -
"Es muy difícil atribuir al cambio climático diferentes fenómenos que ocurren al mismo tiempo en el mundo", señala Liz Stephens, científica líder del Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, en declaraciones a la AFP.
"Pero el principio fundamental sigue siendo que por cada grado Celsius adicional, la atmósfera puede llegar a acumular un 7% más de humedad", continúa.
A medida que el calentamiento global está a punto de superar los 1,5 grados Celsius en comparación con la era preindustrial, "el cálculo es bastante rápido: se obtendrá un impacto significativo", retoma Paulo Ceppi, del Grantham Institute.
En resumen, un planeta más cálido también es un planeta más lluvioso.
El verano de 2024 en el hemisferio norte ha sido el más cálido jamás registrado, superando el récord de 2023, informó Copernicus.
La temporada sofocante alrededor del Mediterráneo "generó mucha evaporación adicional, lo que provocó mucha humedad sobre Europa, un terreno propicio para que toda esa humedad se libere en algunos lugares", explica Paulo Ceppi.
"Las temperaturas globales, tanto en tierra como en los océanos, fueron anormalmente altas en agosto-septiembre a pesar del fenómeno cíclico de La Niña", que generalmente está asociado con enfriamiento, indica Roxy Mathew Koll, del instituto indio de meteorología tropical.
Sin embargo, observa el científico, este exceso de calor y humedad contribuye a la "intensificación" de las tormentas.
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