El técnico del Cartaginés al que le historia le ofrecía una estatua renace en la Liga de Ascenso
En los últimos dos años, la vida de Géiner Segura ha tenido tantos giros vertiginosos como los de una montaña rusa. El técnico tocó la gloria, enfrentó momentos complicados, tuvo que apartarse de un proyecto en su tierra natal y, actualmente, experimenta un renacer en la Liga de Ascenso. Todo esto, siempre acompañado por su familia y su inquebrantable fe.
Segura inmortalizó su nombre al ser el entrenador que guió al Cartaginés a su esperado título en el Clausura 2022, rompiendo una sequía de 81 años. Aunque su paso por el club fue breve tras el título, su legado en el conjunto blanquiazul es indiscutible.
El vaivén normal en la carrera de un técnico lo llevó a salir del equipo centenario solo tres meses después de colgarse la medalla dorada (octubre de 2022). Esa misma dinámica lo condujo al Herediano en noviembre de ese mismo año. Como él mismo admite, el 99% de los entrenadores aceptarían una oferta del Team, a pesar de lo riesgoso de uno de los banquillos más inestables del fútbol tico.
Fiel a su estilo, el Team interrumpió el proyecto tres meses después. Sin embargo, las oportunidades no faltaron. Puntarenas FC lo contrató de inmediato en febrero de 2023. No obstante, el equipo chuchequero tampoco es sinónimo de estabilidad ni de grandes resultados, por lo que la relación terminó en julio del mismo año.
El destino le tenía preparada otra aventura en su tierra natal, firmando con Pérez Zeledón rápidamente tras su salida del PFC. Aunque se sintió en casa, tuvo que dar un paso al costado “por razones personales” después de siete meses en el cargo.
Luego de marcharse del conjunto generaleño vivió una experiencia inusual: estuvo seis meses fuera del fútbol. Pese a ello, no se quedó de brazos cruzados y, con el apoyo de su esposa, Cecilia Vanessa Jorge, y de sus hijos Wender, Naomy y Justin, encontró un nuevo impulso.
La familia, el pilar de Géiner Segura
Géiner Segura siempre destaca a su familia como su principal soporte, confesando que son tan unidos que resuelven todo juntos, incluso en momentos de incertidumbre. Con el respaldo de sus seres queridos, aprovechó su tiempo fuera del fútbol para actualizarse, estudiar y emprender nuevos proyectos.
“Tratamos de ser ordenados como familia por si se da una situación en la que no haya opciones laborales. Tenemos otros proyectos que, a veces, se detienen por los traslados, pero siempre nos ajustamos. Mi esposa es nutricionista, lo que también genera ingresos. Nos mantenemos unidos y salimos adelante”, compartió Segura.
Sin dejar que la ansiedad lo venciera, abrió una academia de fútbol llamada “El Fantasma” y habilitó un espacio para que su esposa diera consultorías y clases de nutrición. Además, se dio un tiempo para analizar mejor todo lo que pasó en los últimos dos años.
Pese a que se dieron alternativas para regresar a dirigir y hasta tuvo opción en el Real España de Honduras, fue Jicaral el que le dio una oportunidad. En esta comunidad encontró todo lo que buscaba a nivel profesional y personal e incluso considera que está en el lugar idóneo para renacer. Es más, con solo conversar unos minutos con él se palpa la felicidad que irradia.
“Tuve un descanso mental también, porque por decisiones que fuimos tomando y por lo vivido con algunos equipos, este espacio sin dirigir me cayó bien. Fue un periodo de estar con la familia, de aprovechar momentos que por el fútbol muchas veces no se tienen y nunca me desesperé. De verdad que estoy muy contento en Jicaral, porque lo que uno quiere es trabajar y llegué a un club que tiene condiciones muy buenas”.
Géiner empezó la aventura en suelo jicaraleño solo, algo que no suele hacer, ya que sus seres queridos siempre lo acompañan. Sin embargo, pronto estará de nuevo con sus hijos y esposa, quienes lo acompañarán en la península.
Su enfoque ahora es llevar a la Primera a su club y su inicio no puede ser mejor: cuatro triunfos, un empate y liderato del grupo A. Además, se concentra en sacar su maestría en táctica cognitiva, que es una metodología de entrenamiento, que lleva de forma virtual con una organización en España.
“Después de haber sido campeón en Liga de Ascenso y en Primera División lo que trato de hacer ahora es valorar el proyecto. Uno lo que quiere es trabajar y sin importar en la liga que se esté, uno quiere hacerlo de la mejor manera. Veo esta etapa como un crecimiento como técnico, porque este equipo en el que estoy tiene aspiraciones importantes. Esto es parte de mi carrera y estoy muy ilusionado en este momento
Un legado imborrable en Cartaginés
Géiner Segura será recordado por el resto de sus días y más allá por ser el gestor del título del Cartaginés. Su nombre está en letras doradas y aunque luego de acabar con la sequía de 81 años tuvo que salir del club en el torneo anterior, no tiene ningún reproche que hacer. Se siente tranquilo y realizado.
“Siempre se decía que el técnico que hiciera campeón al Cartaginés se quedaba para siempre, pero es parte del fútbol. Más allá de mi salida del club, yo estoy muy agradecido por la oportunidad que me dieron y por el logro que conseguimos. Lo que hicimos se disfrutó mucho y quedará en la historia. Por más que muchos veían imposible que se diera el título, para Dios no hay nada imposible”.
Segura es recordado con cariño por los brumosos y en cualquier parte del país en la que esté suele toparse a fanáticos blanquiazules que le sonríen al verlo, le recuerdan el campeonato, entablan conversaciones apasionadas y todo termina con una foto y un gracias. Su agradecimiento con los fanáticos también es eterno.
Sin embargo, Géiner no esconde que la exigencia se elevó a lo más alto para él, luego de ese cetro en el Clausura 2022. Su vida no es la misma.
“He tenido un apoyo muy grande y una exigencia muy elevada a partir del título del Cartaginés y algunos de los clubes por los que pasé no tuvieron tanta paciencia para aguantar un proceso. Sin embargo, es parte de la experiencia y luego me tomé todo con más calma y he pensando más las decisiones. Sé que hay Géiner para rato, estoy madurando cada vez más y estas experiencias deportivas me van a ayudar a futuro para llevar a Jicaral a la Primera División y lograr más cosas”.
El técnico no se arrepiente de nada y por más que algunos lo critiquen por pasar por Herediano, Puntarenas FC y Pérez Zeledón en un corto periodo, él está seguro de que hizo lo correcto.
“Jamás me imaginé todo lo que ha pasado en estos dos años, pero igual siempre le digo a los más cercanos que he sido un bendecido por Dios, no tengo por qué quejarme y si en algún momento algo no se dio, fue porque así lo quiso Dios y las personas que toman las decisiones. No me arrepiento de nada y ahora estoy en un nuevo proyecto, con una nueva ilusión, tengo trabajo y no estoy en esa espera por una oportunidad que genera incertidumbre”.