El silencio de Pellegrini en la charla del descanso sobre el penalti fallado por Abde
Minutos antes del descanso del Betis - Espanyol se produjo una acción que pudo marcar el encuentro. Fue muy llamativa para todos los que estuvieron en el estadio Benito Villamarín, más de 53.000 espectadores. Manuel Pellegrini se desgañitaba en su área técnica tratando de evitar lo que estaba viendo. Abde había cogido el balón para lanzar un penalti que él mismo había provocado con su robo y regate sobre El-Hilali. El chileno le dijo a Marc Roca que avisara al extremo y que le diera la pelota a Lo Celso, el especialista que él había elegido para las penas máximas. Sus gritos y aspavientos, y los de Rubén Cousillas y Víctor Antequera , no sirvieron de nada. Abde se mantuvo en sus trece y Lo Celso le dejó lanzar. Natan acudió también al banquillo a tratar de transmitir la orden pero fue en vano. Tiró Abde y desvió Joan García. El Villamarín tuvo amagos de pitada para el marroquí. Pellegrini estaba indignado y llamó a Bellerín para decirle que él, siendo capitán, tendría que haberlo evitado. El descanso llegó pronto y el estadio despidió a Abde, que fue el último en salir hacia el vestuario, con una ovación. Entendían las ganas del chico de reivindicarse y querían animarle porque estaba siendo de los mejores del partido y de este inicio de temporada. Llegó así Abde de los últimos al vestuario y cuando entró esperaba a buen seguro una reprimenda por parte del técnico y sus ayudantes pero no ocurrió nada. Los responsables béticos se centraron en cómo superar la defensa del Espanyol, hacer ajustes en el centro del campo y coordinar la presión. Ni una palabra sobre el penalti y la desobediencia previa . Nada. Lo que quería el preparador chileno es que el equipo se enfocara en la segunda mitad y que no pesara ese error en la cabeza de Abde, uno de sus mejores recursos ofensivos. Ni tampoco en Lo Celso. Así, el marroquí saltó de nuevo al campo con el ánimo de una grada que quería más de él por lo bien que lo estaba haciendo. Casi marcó de cabeza y encaró en varias ocasiones. Ya con 1-0 gracias a la diana de Lo Celso, Pellegrini premió a Abde con una sustitución en el minuto 87. Ovación unánime para el extremo de todo el Villamarín , consciente de que este jugador tiene que dar muchas tardes de gloria al Betis si continúa a este nivel. El extremo se marchó agradecido. Cuando pasó por el área técnica fue saludado con cariño por Pellegrini, que había visto lo mismo que los demás. En verano ya hablaron sobre la actitud y el jugador ha venido respondiendo de manera perfecta en entrenamientos y partidos. Sin embargo, con el penalti tropezó en la misma piedra que en la temporada pasada, cuando tomó el balón para lanzarlo sin ser el especialista en el duelo en casa ante la Real Sociedad . Entonces también contravino las órdenes de Pellegrini, que quería que lo tirara Fekir. El francés hizo como Lo Celso, dejar a Abde que lo lanzara si él tenía confianza. Y lo falló igualmente. En la sala de prensa todo el mundo esperaba la respuesta de Pellegrini a esta cuestión y, lejos de polémicas, fue tajante y cerró el círculo contando la realidad de lo que había ocurrido. «Tiene poca explicación. Lo Celso es el encargado. Se lo dejó a Abde, pero es una situación que aseguro no se volverá a repetir. No me ha gustado que lanzara Abde por Lo Celso. Se produjo un cambio de lanzador, pero será la última vez que pase . En el descanso ni tocamos el tema. No quería que el equipo y Abde se vinieran abajo. Se equivocó Lo Celso y se equivocó Abde. Le pasó lo mismo ante la Real la pasada temporada y la afición lo despidió con pitos, pero ahora lo hizo con una merecida ovación», sentenciaba. Al término del encuentro sí habló Pellegrini con los futbolistas y lo ha hecho de nuevo esta mañana en el entrenamiento en la ciudad deportiva. Ya saben lo que quiere y no hay dudas sobre su autoridad en el seno del vestuario. Los capitanes son conscientes y aunque el chileno entiende que hay códigos internos entre jugadores, su mando está por encima en este tipo de situaciones.