Ponderar las circunstancias

Si hace 24 años Ernesto de Hannover hubiese tenido un equipo de asesores en condiciones, hubiese evitado a su país un incidente diplomático de padre y muy señor mío. Todos recordamos –cómo olvidarla– aquella imagen del marido de la bellísima Carolina de Mónaco pillado in fraganti mientras aliviaba la vejiga sobre el pabellón de Turquía en la Expo 2000. Aquello provocó una crisis que podía haber quedado en nada con una simple frase: «El señor Hannover, don Ernesto V, Príncipe de Hannover, Duque de Brunswick y Luneburgo y Príncipe de Gran Bretaña e Irlanda orinó donde orinó por circunstancias sobrevenidas debidamente ponderadas». Las circunstancias sobrevenidas fueron que tras 15 jarras de cerveza le entraron unas insoportables ganas de cambiarle el... Ver Más