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Сентябрь
2024

Las armas nucleares de Rusia heredadas de la URSS que amenazan a occidente: certezas, preguntas y posibles usos

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Abc.es 
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido a los países que apoyan a Ucrania de la posibilidad de utilizar armas nucleares en caso de sufrir un ataque aéreo masivo. El aumento de la tensión en el frente y el recrudecimiento del conflicto en la Franja de Gaza marcan un nuevo panorama político entre Europa y Rusia. Desde la caída de la Unión Soviética, el armamento del Rusia se ha reducido de una manera considerable. Según los datos recogidos por la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS), Moscú ha pasado de congregar 40.000 cabezas nucleares hasta las 5.580 actuales . Pese a ello, representa una auténtica amenaza a nivel mundial. Más allá de las cifras, los Gobiernos europeos temen la posibilidad de que Putin ordene comenzar el uso de ensayos nucleares. Sin ninguna prueba desde la salida del Gobierno de Gorbachov, las autoridades rusas consideran la posibilidad de recuperar las prácticas con material nuclear, siempre sujetas a las acciones aprobadas por EE.UU. Sin una agresión por parte de sus enemigos, Rusia no usará este tipo de armamento. Sin un gran informe sobre la capacidad de Rusia para ampliar su arsenal armamentístico con las sanciones desde el inicio de la guerra en Ucrania, FAS ha afirmado en su Revisión de la Postura Nuclear de 2022 que Rusia y China habían ampliado su poder militar. «Si bien las declaraciones nucleares y la retórica amenazante de Rusia son muy preocupantes, el arsenal nuclear y las operaciones de Rusia han cambiado poco desde nuestras estimaciones de 2023 », ha expresado el organismo. «En el futuro, sin embargo, el número de ojivas asignadas a las fuerzas estratégicas rusas puede aumentar a medida que los misiles de una sola ojiva sean reemplazados por misiles equipados con múltiples ojivas», dijo el FAS. Aún no está claro qué impacto han tenido las sanciones occidentales en el desarrollo nuclear del Kremlin. La última doctrina aprobada data del año 2020, cuando el presidente ruso publicó las situaciones en las que Rusia se plantea utilizar armas nucleares. En general la respuesta se producirá ante la llegada de un ataque con armas nucleares u otras herramientas de destrucción masiva contra el país ruso «cuando la propia existencia del Estado se vea amenazada». Las novedades expuestas por Putin el pasado septiembre incluyen una ampliación de las amenazas ante las que Rusia consideraría un ataque nuclear , la inclusión del aliado Bielorrusia bajo el paraguas nuclear y la idea de que una potencia nuclear rival que apoye un ataque convencional contra Rusia también se consideraría que la está atacando. A falta de una confirmación oficial, la nueva doctrina no ha sido publicada por el Gobierno de Putin. Putin es quien decide en última instancia sobre el uso de las armas nucleares rusas. El llamado maletín nuclear, o 'Cheget' (llamado así por el monte homónimo en las montañas del Cáucaso), está con el presidente en todo momento. Se cree que el ministro de Defensa ruso, Andréi Belousov, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Gerásimov, también disponen de estos maletines. Esencialmente, el maletín es una herramienta de comunicación que enlaza al presidente con su cúpula militar y, de ahí, con las fuerzas de cohetes a través de la red electrónica de mando y control altamente secreta 'Kazbek', compatible con otro sistema conocido como 'Kavkaz'. Imágenes enviadas por el canal de televisión ruso Zvezda en 2019 mostraban lo que parecía ser uno de los maletines con una serie de botones. En una sección llamada 'comando' hay dos botones: uno blanco de 'lanzamiento' y otro rojo de 'cancelación' . El dispositivo se activa mediante una tarjeta especial. Si Rusia pensara que se enfrenta a un ataque nuclear estratégico, el presidente, a través de los maletines, enviaría una orden directa de lanzamiento al mando del Estado mayor y a las unidades de mando de reserva que poseen códigos nucleares. Estas se transmiten en cascada por diferentes sistemas de comunicaciones a las unidades de la fuerza de cohetes estratégicos, que dispararían contra Estados Unidos y Europa. Si se confirmara un ataque nuclear, Putin también podría activar el llamado sistema de último recurso 'Mano Muerta' o 'Perimetr': esencialmente, los ordenadores decidirían el día del juicio final y lanzarían todo el arsenal de Rusia si los dirigentes del Kremlin se enfrentaran a la destrucción. Rusia no ha dicho nada sobre este sistema -ni sobre sus actualizaciones desde la época soviética-, por lo que su estado actual no está claro .