Astrónomos publican el mapa infrarrojo más detallado de nuestra galaxia desde 2013
Las imágenes del universo
son algo más que preciosos salvapantallas. Puede parecer una verdad de
Perogrullo, pero seamos sinceros. Cuando vemos esas imágenes tomadas por
telescopios pensamos en lo hermoso que es el cosmos, en lo enorme que es, pero
rara vez reparamos en la cantidad de información que albergan. Y es que,
tras estas fotos hay grandes
equipos y aún mayores financiaciones que no solo buscan la estética, buscan
datos. Ese es el propósito que se esconde tras las últimas imágenes
tomadas por el ESO (Observatorio Europeo Austral). Porque, efectivamente,
son bellísimas, pero también resultan ser el mapa de nuestra galaxia más
preciso jamás tomado en infrarrojos.
Hasta ahora, el título de mapa
infrarrojo más preciso lo poseía otro publicado por el mismo equipo en
2013. Si lo comparamos con aquel, este tiene 10 veces más objetos. Decuplicar
la cantidad de objetos es realmente sorprendente, pero lo es todavía más si
tenemos en cuenta que, en 2013 ya habían registrado 150 millones de objetos
astronómicos. El mapa actual tiene 1500 millones, esto es: 1350 millones
más que en 2013, lo que viene a ser más de 120 millones de objetos
nuevos por año. Un proyecto realmente faraónico que empezó incluso antes de
que publicaran el mapa anterior y que acumula 420 noches de observación desde
2010.
Una imagen en cifras
El proyecto ha sido realizado mediante el telescopio VISTA
del observatorio de Paranal, en Chile y combina 200.000 imágenes del cielo
nocturno. Si las sumamos, estamos hablando de 500 terabytes de información.
Para hacernos una idea, los ordenadores para uso personal con más memoria
rondan los 4 terabytes. Eso significa que, simplemente para almacenar la
imagen, necesitaríamos más de 100 ordenadores caseros (por decirlo así). Visto
así, con las cifras sobre la mesa, la imagen impresiona todavía más. Porque por
desgracia, lo que podemos ver a través de internet y en los periódicos es una
versión “de juguete” de la imagen. Su resolución ha tenido que ser reducida
hasta extremos ridículos para que pueda ser publicada.
Cada píxel tiene información y los astrónomos necesitan conservarlos
para su propósito. A fin de cuentas, por mucha información que almacene esta
imagen y muchos píxeles que tenga, cubre un espacio enorme del cosmos. Concretamente
el equivalente a 8600 lunas llenas, otra cifra difícil de imaginar, así que tal
vez resulte más sencillo imaginar un cuadrado formado por lunas con 92 lunas de
alto y 93 de ancho. Aunque, como puede que incluso eso se escape a nuestra
imaginación, puedes visualizar un cuadrado formado por 10 lunas (cinco de alto
y cinco de ancho) y pensar que la imagen capta más de nueve veces esa
superficie del cielo. Y si esto te abruma, espera a pensar en la
profundidad.
Una imagen de tres dimensiones
Uno de los detalles más interesantes de esta imagen es que
está tomada en infrarrojos, un tipo de luz menos energética que la visible que,
en cambio, es capaz de atravesar con facilidad objetos. Puede que nos suene de
las clásicas gafas de visión infrarroja, esas que detectan la temperatura que
emana de los objetos y pueden “ver” a través de la ropa (nótense las comillas).
En este caso, la radiación infrarroja puede atravesar con relativa facilidad
las nubes de polvo y gas interestelar, dejando un cosmos despejado, perfecto
para la observación.
Así que imagina las profundidades que esta imagen es capaz
de captar. De hecho, no solo vemos a lo lejos, sino que sabemos a qué distancia
se encuentran los objetos captados en el espacio profundo. Las estrellas
variables cefeidas, por ejemplo, son buenos marcadores de la distancia, ya que sabemos
qué brillo esperar de ellas en función de lo lejos que se encuentren y, por lo
tanto, sacar conclusiones. Gracias a todo ello, en esta imagen tan estética
podemos encontrar estrellas recién nacidas, cúmulos globulares, planetas
errantes o enanas marrones, estrellas “fallidas” que no logran mantener una
fusión nuclear sostenida y que, por lo tanto, no emiten suficiente energía para
ser captadas mediante el infrarrojo.
Los expertos han logrado incluso ver algunas estrellas de
hipervelocidad: estrellas que cruzan la galaxia a velocidades extrañamente
altas porque han sido catapultadas desde los alrededores del agujero negro
supermasivo que hay en el interior de nuestra Vía Láctea. Podríamos decir
sin miedo a equivocarnos que esta imagen ha cambiado la manera en que vemos
nuestro vecindario cósmico. Y es que lo dice uno de los investigadores
principales, Dante Minniti: "Hicimos tantos descubrimientos que hemos
cambiado para siempre la visión de nuestra galaxia".
QUE NO TE LA CUELEN:
- El valor de la información obtenida mediante estos proyectos no es algo que caiga en el terreno de la subjetividad, ni mucho menos. De hecho, la información de este nuevo mapa, concretamente la coincidente con el proyecto VISTA Variables in the Vía Láctea y su proyecto complementario, el sondeo VVV eXtended, ya ha nutrido varios artículos científicos, concretamente más de 300 ya publicados y algunos más en vías de publicación.
REFERENCIAS (MLA):
- European Southern Observatory, https://www.eso.org/public/news/eso2413/. Accessed 26 Sept. 2024.
- Astronomy and Astrophysics. DOI: 10.1051/0004-6361/202450584.