Secuencia de 33 temblores en cinco días remece Coto Brus
Una secuencia sísmica que comenzó el sábado en San Vito de Coto Brus, y no se detiene, ha provocado al menos 33 temblores, Los más fuertes han sido percibidos por la población de ese cantón fronterizo con Panamá.
Ivonne Arroyo, sismóloga de la Red Sismológica Nacional (RSN), explicó que la secuencia está muy cerca de la falla Manchuria, la cual tiene unos 25 kilómetros de largo y se extiende desde Coto Brus hasta territorio panameño, con una orientación de norte a sur. Agregó que son temblores muy superficiales, varían entre uno y 15 kilómetros de profundidad.
Uno de los temblores más fuertes de esta seguidilla ocurrió el martes 24 de setiembre a las 4:15 p. m., a 9 kilómetros de profundidad, con una magnitud que la RSN estableció en 4,4, mientras que el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) lo registró en 3,7. El epicentro se ubicó cerca de Santa Fe de Coto Brus. Otros dos sismos, con magnitudes similares, ocurrieron el sábado a las 4:44 p. m. y el domingo a las 6:55 a. m. El temblor del martes fue sentido en San Vito y sus alrededores.
En relación con el de este martes, vecinas de San Vito como Lucrecia Chacón y Elena López confirmaron que se sintió fuerte y que llovía al momento del sismo. Jairo Madrigal, vecino de Ciudad Neily, dijo que varios de los temblores también se sintieron en esa zona de Corredores.
La sismóloga Ivonne Arroyo señaló que existe la posibilidad de que continúen ocurriendo temblores como parte de esta secuencia, aunque no es posible predecirlos. Entre los poblados donde se han originado los sismos se encuentran Camaquiri y Santa Fe, en el distrito de Pittier, así como localidades del cantón vecino de Buenos Aires.
La experta recordó que el 31 de mayo de este año, en Tierras Morenas de Tilarán, comenzó una secuencia de temblores que duró tres meses y que, en su primera semana, generó más de 400 sismos, para luego comenzar a decaer.
Según Arroyo, en lo que va del año han sido pocos los temblores fuertes percibidos por la población general; sin embargo, la cantidad de sismos ha sido elevada debido a los enjambres y secuencias. En febrero de este año, otra secuencia en Pérez Zeledón acumuló más de 300 sismos en los primeros tres días.
Arroyo indicó que nuestro territorio está lleno de fallas, las cuales tienden a activarse cada cierto tiempo. Aunque no hay terremotos históricos registrados en la falla Manchuria en los últimos 200 años, esta tiene el potencial de generar sismos de hasta 6,7 grados.
En mayo y junio de 2019, en fallas cercanas situadas entre Paso Canoas y el distrito de Barú, en la provincia de Chiriquí, Panamá, ocurrieron dos terremotos de magnitud 6, que dañaron varias viviendas y causaron la caída de objetos, además de temor entre los vecinos de Corredores y Coto Brus, donde se sintieron con fuerza. En el Valle Central, los temblores se percibieron de forma moderada. Estos terremotos se asociaron a la falla Canoas, ubicada entre los dos países.
Según la experta, estas secuencias sísmicas proporcionan valiosa información sobre la liberación de esfuerzos. Cuando un segmento de la corteza se mueve, suele cargar a otros cercanos que estaban a la espera de un pequeño estímulo para activarse. De esta forma, en estas secuencias puede haber sismicidad inducida entre fallas. Incluso los temblores fuertes causados por la subducción de placas pueden transmitir energía a las fallas locales, y cuando la acumulación llega a su tope, esta se libera, a veces en forma de secuencias sísmicas como la actual.
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