Los vecinos del Bernabéu amplían su querella por ruido para incluir a Almeida y Carabante
Continúa el asunto de los ruidos provocados por los conciertos en el Santiago Bernabéu en los tribunales. Los vecinos del entorno han ampliado la querella contra el Real Madrid Estadio, admitida a trámite el pasado mes de julio, para incluir al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y al delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. Considera que son «responsables directos al autorizar los conciertos, a sabiendas de que se seguía produciendo delito acústico medioambiental severo». La jueza ya desestimó una demanda presentada por la misma entidad, la Asociación Vecinal Perjudicados por el Bernabéu, contra Almeida y Carabante por supuestos delitos de prevaricación medioambiental y prevaricación.
Al archivo de esta causa se ha referido el responsable de Urbanismo al conocer la noticia de la ampliación. «La jueza fue clara en el auto de archivo diciendo que el Ayuntamiento de Madrid había cumplido sus obligaciones. La obligación del Ayuntamiento es sancionar cuando se incumple la normativa y ha sancionado a todos y cada uno de aquellos promotores y eventos que se han celebrado en el Santiago Bernabéu que han superado los niveles de ruido», ha justificado Carabante. El delegado ha insistido en que el Consistorio está trabajando con el club «en la buena línea» para conciliar la actividad del estadio con el descanso vecinal.
El juzgado inadmitió la querella contra Martínez-Almeida y Carabante al considerar que los hechos en que se fundan no constituyen los delitos que consideran los vecinos. Los residentes sostienen en la denuncia que, tras la remodelación del estadio y desde que se celebran eventos musicales en el Bernabéu, estos conciertos constituyen un delito medioambiental que se lleva produciendo «desde el primero». Alegan que se exceden constantemente los límites de emisión de ruidos establecidos en la normativa municipal sin adoptarse «ninguna medida en el edificio para evitar las indeseables consecuencias».
La asociación vecinal interpuso la querella antes de que el club suspendiera los conciertos tras las quejas y empezara a acometer obras de reforma para tratar de insonorizar el estadio. En ella, aparece un listado de los espectáculos musicales celebrados desde abril de 2024 en el recinto y manifiesta que el sonido que producen «implican el incumplimiento de la licencia urbanística que obliga a adoptar medidas de insonorización«. Culpaban además al alcalde y al responsable de Urbanismo porque «lo saben, lo aceptan y lo toleran», haciendo una «dejación inconcebible de su responsabilidad principal»: la protección de «los derechos e intereses de los vecinos, y no los de la entidad privada».
Real Madrid Estadio declara el 29 de octubre
El Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid, en cambio, sí ha admitido a trámite la querella contra la sociedad que gestiona el campo del equipo blanco por el «ruido excesivo». Real Madrid Estadio SL y su administrador único declararán el próximo 29 de octubre a las 10.00h por un presunto delito medioambiental. El juzgado también ha requerido para la causa todas las actas de mediciones de ruido realizadas por la Policía Municipal de Madrid desde el 26 de abril y hasta el 15 de julio. Para los vecinos, el propietario del Santiago Bernabéu «no había realizado ningún estudio para prevenir la salida de ruidos durante la celebración de los eventos» y acompañan la demanda con informes periciales de ingeniería acústica.
Archivo de la querella contra Almeida y Carabante
La Asociación Vecinal Perjudicados por el Bernabéu sostiene en su demanda contra Martínez-Almeida y Carabante que «conocen la situación» y solo se han limitado a tramitar expedientes sancionadores a los promotores por excederse de los decibelios permitidos. Unas multas de 20.000 euros que califican de «ridículas». La magistrada, sin embargo, entiende que no puede «analizar la corrección» de estos expedientes ni su graduación. Alega además que no le corresponde hacerlo salvo que existieran indicios de que «en la tramitación se haya infringido de forma clara y evidente algún precepto legal que pueda encuadrarse en el tipo penal de prevaricación».
Mientras los vecinos tratan de solucionar la situación en los tribunales, el Real Madrid ha suspendido los conciertos programados hasta que verifique el cumplimiento de la normativa municipal. El propio club se ha dado seis meses de plazo para acometer las obras que eviten que los eventos superen el límite de decibelios. Sin embargo, los residentes del entorno del estadio insisten en que solo se celebren eventos deportivos y seguirán presionando para evitar otros usos multitudinarios y ruidosos.