Un encuentro iberoamericano con lo no turístico: 'Adiós Madrid'

Ramiro debe decidir entre desconectar a su padre o mantenerlo en coma. Esa disyuntiva lo fuerza a viajar a España por primera vez. 'Adiós Madrid' tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Madrid-PNR , el jueves 19 en Sala Berlanga. ABC se puso en contacto con el director Diego Corsini, para conocer los detalles de la producción ganadora a mejor largometraje según el público, premio otorgado en la gala de clausura del festival. El argentino cuenta la fórmula para que una película extranjera sobre la capital no se desinfle en lugares comunes: hacer que el motivo del viaje no sea el turismo, el trabajo o los estudios. El protagonista debe viajar debido a una desdicha familiar, sólo estará 48 horas, y ante las decisiones drásticas que tendría que tomar, prefiere negar su realidad y dejarse consumir por una noche madrileña tan castiza como desenfrenada. La idea original se le ocurrió a su esposa, Mariana Cangas, coguionista de la película. Diego y Mariana se encuentran con el actor Luciano Cáceres en plan amistoso, y ahí se planta la primera semilla. «El proyecto surgió de la típica frase «hay que trabajar juntos algún día» y avanzó en tiempo record». Cáceres debía irse a filmar a Israel, y en los diez días hasta su retorno a la capital, la pareja de cineastas maduraron el concepto. En enero de 2023 se lo presentaron con más seriedad. El actor se sumó y les ofreció exhibir el trabajo dos meses después en un evento llamado 'Conexión Buenos Aires-Madrid'. «Gracias a este deadline, avanzamos muy rápido el guión». La trama caló en productores y financiadores; en julio arrancaron el rodaje, y en enero de este año ya finalizaban la pieza, para después entregarla al festival de cine. «Quise mostrar la Madrid que me enamoró, la de los madrileños», dice Corsini. En la película, el padre ausente del protagonista -ahora en coma- se había mudado a la capital mucho tiempo atrás, entonces Ramiro sólo puede conocerlo a través del relato de los amigos. Son esas íntimas historias las que, al mismo tiempo, lo llevan por un recorrido no convencional, por una noche sin moraleja para aguantar el desgarro emocional. A su padre y a Madrid, los conoce bajo las mismas circunstancias: en un efímero hola y adiós. Ambos, Corsini y el actor Luciano Cáceres, retratan una parte de su vida real en esta ficción: el cercano duelo por parte de uno, y el abandono, el desconocimiento por parte del otro. Se trata de una exploración del individuo ante el desconcierto familiar sumado al desconocimiento de su alrededor. Sin embargo, como en todo filme hecho con cariño, hay más que lo conceptual, se sobrepasan las intenciones artísticas; hay vivencia. El director afirma que este rodaje unificó a los equipos técnicos de España y Argentina. Pugna por esta lógica: «En las coproducciones uno siempre está pensando en el financiamiento, en la subvención, pero el valor está en compartir formas de narrar, aprenderlas, enseñarlas». Son, pues, experiencias de vida que se entremezclan para contar la historia de una sola persona, de una sola ciudad.