Cada cuánto se deben cambiar las sábanas, según los expertos

Mantener un espacio limpio a la hora de dormir es clave para proteger la salud y mejorar la calidad del sueño. Un entorno ordenado no solo reduce la presencia de alérgenos como el polvo o ácaros, sino que también contribuye a una sensación de calma y bienestar.

El primer paso para mantenerlo es cambiar las sábanas con regularidad. Durante la noche, el cuerpo transpira, libera células muertas y otros residuos que se acumulan, por lo que pueden convertirse en un foco de bacterias. 

¿Cada cuánto hay que cambiar las sábanas?

Charles Gerba, microbiólogo de la Universidad de Arizona, recomendó cambiar las sábanas una vez por semana.  

Según el experto, la frecuencia ayuda a reducir la cantidad de alérgenos.

Además, cambiarlas semanalmente, previene la acumulación de bacterias y ácaros, que pueden perjudicar la salud respiratoria y producir reacciones alérgicas o empeorar condiciones como el asma. 

Algunos expertos recomiendan lavar las sábanas con agua calienta para eliminar los ácaros y las bacterias.

A pesar de la frecuencia recomendada por los expertos, hay situaciones específicas en las que es aconsejable cambiar las sábanas más de una vez a la semana. Esto puede variar según el clima, la existencia de enfermedades o el estilo de vida de cada persona.

Más allá del bienestar físico, cambiar las sábanas con regularidad aporta de forma positiva al bienestar emocional ya que puede aumentar la sensación de confort y relajación. 

¿Cómo prevenir que las sábanas se ensucien rápido?

Para mantener las sábanas limpias por más tiempo, es importante sumar algunos hábitos a la rutina diaria. Algunos consejos son:

• Evitar acostarse en la cama con ropa sucia o de calle: esto puede transferir bacterias y suciedad. 
• Ducharse antes de dormir: para eliminar la suciedad del cuerpo. 
• No dormir con el pelo mojado: esto puede prevenir la aparición de hongos en las sábanas ya que la humedad es un lugar apto para su proliferación. 
• Ventilar la habitación: abrir las ventanas diariamente y dejar entrar la luz del sol puede ayudar a desinfectar el espacio y reducir la acumulación de humedad.