El Barça de Flick es tan alegre que recuerda al de los 90
Ya comenté en el artículo de la semana pasada que venían dos partidos para confirmar a este Barça. Mónaco y Villarreal eran salidas exigentes y, aunque se perdió en el debut de la Champions League, ese test que se afrontó con un hándicap tan excepcional como el tener que jugar durante 80 minutos con uno menos a causa de la expulsión de Eric Garcia me dejó una impresión futbolísticamente positiva. Es más, creo que el Barça estaba jugando la segunda parte en inferioridad de manera bastante convincente justo cuando recibió el 2-1. El domingo tocaba ir a Villarreal otra vez con bajas, ante un equipo que venía en una buena dinámica de resultados. Pues bien, lo que vi del Barça me divirtió muchísimo y la goleada fue producto de su superioridad. Flick está convenciendo a todos de que son capaces de dar el callo y eso se traduce en un fútbol muy valiente, profundo, rápido, agresivo y que, en cuanto se pierde el balón, no se tarda nada en recuperarlo para volver a la carga. Ese juego desacomplejado, de ir a por el rival sin miramientos no te deja -que se me perdone la expresión- ni ir al lavabo, porque sabes que te vas a perder algo. La verticalidad es una obsesión, igual que acabar cada jugada con un remate de quien sea. Las jugadas se elaboran, pero no más de la cuenta. Es una posesión precisa, la que toca. El balón siempre va hacia adelante y no hay horizontalidad. El Villarreal perdió 1-5 y, es verdad, también pudo hacer algún gol más porque la propuesta es muy osada. Pero el Barça fue mejor, quería más y la sensación era que acabaría ganando bien. La alegría de este Barça de Flick y el estilo de partido, con ‘¡uys!’ y ‘¡ays!’ también del rival, me recordó algo a aquellos partidos del Barça de los 90, con Johan en el banquillo, que viví tan cerca. La idea es tener balón, pero toda jugada se planea con la intención de meterla en la portería de enfrente. Eso puede que acabe deparando algún marcador de doble número, pero con tanta amenaza del Barça le vale con transformar al menos uno más que el contrario.