El secreto goleador de Flick está en la media punta
El Barça de Hansi Flick ha anotado 22 goles en seis encuentros de Liga. El promedio de 3,6 tantos por partido demuestra la voracidad, la verticalidad y la insistencia atacante durante los 90 minutos. La idea del entrenador está quedando clara y los jugadores la han pillado. En la pizarra, el dibujo se parece mucho a un 4-2-3-1. Cada lugar tiene un rol y, la pieza que marca las diferencias, es la media punta que juega por detrás de Lewandowski y que se aprovecha de sus movimientos. No es casual, pues, que la mitad de los goles anotados hasta ahora, hayan sido obra de los jugadores que han jugado en esa posición. Empezó Raphinha, le siguió Olmo (3 goles), Pedri también ha ocupado esa posición (2 goles) e, incluso, Pablo Torre regaló el primer tanto en Villarreal y anotó él mismo el tercero. Claro que el polaco y Lamine Yamal arrastran, distraen, marcan goles y, a menudo, la diferencia, pero el centrocampista ofensivo o el cuarto delantero o el media punta avanzado tiene un papel fundamental en los éxitos de este Barça. Es una figura que tiene libertad de movimientos, no juega encorsetado, distrae entre líneas, se ofrece para recibir, tiene permiso para pisar el área y la obligación de disparar cuando sea posible. Cada uno con sus virtudes, Olmo, Pedri, Raphinha o Pablo Torre están dando una lección de futbol y convierten en espectacular y goleador el juego del Barça, en este ilusionante arranque de curso. Lo dijo Marcelino, técnico del Villarreal, después del 1-5. “Antes el Barça recuperaba el balón para poseerlo, ahora lo recupera para contraatacar”. También en esta faceta, el media punta veloz mata al rival. Lo demostró Raphinha en las dos últimas obras de arte en la Cerámica