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Сентябрь
2024

Justin Floyd, CEO de RedCloud Technology: "Las marcas aún consideran Argentina como la verdadera capital de América Latina"

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Llegar a Islington, un vibrante distrito del norte de Londres, cuna del club Arsenal, es una tarea sencilla. Tomando la línea Northern hasta Angel Station o la línea Victoria hasta Highbury & Islington, el visitante se adentra en un entorno que destila historia y modernidad en partes iguales. Hoy en día, este barrio es un intenso enclave cultural, conocido por sus calles adornadas con casas georgianas y victorianas, una elegancia clásica que se entremezcla con el dinamismo de su tupida escena artística.

Sin embargo, este floreciente panorama contrasta con el Islington de la década de 1970. Hace medio siglo, las mismas calles que hoy se llenan de arte y cultura estaban marcadas por una realidad muy distinta. Londres, y en particular Islington, se encontraba inmersa en una crisis económica aguda, donde el desempleo, la inflación y los recortes sociales teñían de gris la vida diaria de sus habitantes: edificios deteriorados, basura acumulada  y gente deambulando por calles desoladas en una constante búsqueda de empleo y alimentos. En este contexto creció Justin Floyd, el fundador y CEO de RedCloud Technology, un ecosistema B to B que, con inicio de sus operaciones en la Argentina,  conecta a marcas, fabricantes y distribuidores con el pequeño comercio.

Justin Floyd vino a la Argentina para participar,  entre otras actividaders, del e-commerce Day.

Calificado por la prensa especializada europea como "emprendedor serial", la experiencia previa de Floyd incluye la fundación y dirección de Vecta, una de las empresas de cloud intelligence de mayor crecimiento en EMEA ( siglas en inglés de Europa, Oriente Próximo y África), adquirida por Kerridge, y la cofundación de CCL, una de las primeras empresas fintech transatlánticas, que escaló a un volumen de comercio de $2 mil millones en solo dos años. También es inversor en Cambridge Medical Robotics (valorada en £3 mil millones) y en Omnisense, un sistema innovador de localización en tiempo real.

Floyd vivió su infancia en un monoblock de 52 departamentos, donde su madre enfrentaba decisiones difíciles todos los días. La situación era tal que, durante dos de los siete días de la semana, la familia no tenía qué comer. La experiencia de sobrevivir en un entorno tan adverso cultivó en él una resiliencia y una predisposición hacia los desafíos que hoy, décadas después, se reflejan en su trayectoria como empresario tecnológico.

¿Qué es Red Cloud?

RedCloud, la empresa que Floyd co fundó junto a Soumaya Hamzaoui, una ejecutiva africana basada en Francia, es una plataforma que busca transformar el comercio minorista y la cadena de suministro a través de su concepto de Open Commerce, un mercado donde los pequeños comerciantes pueden competir en igualdad de condiciones con los grandes jugadores del e-commerce.

A pesar de haber diseñado la compañía en Cambridge, Floyd eligió la Argentina como el punto de partida para las operaciones globales de RedCloud Technology. Hoy, a la distancia, reconoce que algo de esa infancia curtida por retos constantes reapareció en esa decisión, aunque eso no es todo:

-"¿Por qué eligió Argentina para empezar?", preguntó IT.

"Si yo fuera el fabricante de la ropa Montaigne, o de North Face - Justin, de paso, ama los deportes extremos- no la probaría en Los Ángeles, lo haría en la cima del Monte Everest", dijo Floyd durante una entrevista con El Cronista, en una visita a la redacción de este diario, la única a medios locales como parte de su  agenda en el país. El CEO de RedCloud vino para participar, entre otros eventos, del e-commerce Day.

Floy junto a Juan Etcheverry, al mando de la operación local de RedCloud Technology.

"Aquí los minoristas, los distribuidores y las marcas tienen que luchar por cada dólar debido a la presión inflacionaria y los problemas económicos en general, y por eso queríamos desarrollar tecnología que estuviera dentro de ese entorno", rememora Floyd, quien vivió casi un año en Buenos Aires, para supervisar personalmente la puesta en pie de la compañía.

RedCloud Technology se estableció como una plataforma clave para el comercio minorista local. Desde su llegada en 2018, transformó el mercado con su aplicación Red101, que combina una billetera digital y un marketplace B2B. Esta plataforma ofrece a los pequeños comercios la posibilidad de encontrar productos, hacer pedidos, gestionar pagos y envíos, y ofrecer servicios digitales como recargas de celulares y pagos de servicios.

"Los servicios de recarga de Red101 fueron pensados como un incentivo de doble vía. Por un lado, permiten a los comercios ofrecer a sus clientes recargas y pagos de servicios. Por otro lado, incentivan a los comerciantes a explorar la oferta de inventario disponible en la plataforma, descubriendo las ventajas del marketplace y aumentando su uso de las herramientas digitales ofrecidas por RedCloud Technology", añade Floyd.

-¿Qué balance puede hacer de la operación argentina en estos seis años? ¿Se cumplieron sus objetivos?

No. Nuestros objetivos no se cumplirán hasta que tengamos a todos y cada uno de los pequeños comercios digitalizados y formando parte de una cadena de suministro optimizada. Creemos que el comercio minorista es la columna vertebral de la economía global. Y creo firmemente en empoderar a los pequeños minoristas, micro minoristas, microempresas y permitirles ser parte de esa economía global, pero uniéndose con la economía digital. Y así, en muchos sentidos, apenas hemos comenzado nuestro viaje en términos de arañar la superficie. Tenemos muchos vendedores y proveedores, y clientes aquí; tenemos algunas grandes marcas, tenemos algunos distribuidores fantásticos trabajando con nosotros, pero apenas hemos comenzado en términos de la oportunidad que se puede hacer aquí.

-¿En qué etapa se encuentran en cuanto al desarrollo del negocio?

Nuestra estrategia está planteada por fases. Primero se trató de construir un ecosistema de mínima para empezar el ciclo virtuoso de crecimiento entre oferta y demanda, que eso ya lo generamos. También fue la etapa en la que estructuramos el equipo y todos los procesos para que se pueda escalar el producto. Mientras estábamos en este proceso madurativo, empezamos a atacar a distribuidores medianos y pequeños y a segundas marcas y marcas locales o marcas regionales para que se sumen a la plataforma.

El comercio minorista, la digitalización y la inflación

El comercio minorista es uno de los motores económicos más importantes del mundo, donde los bienes de consumo de rápido movimiento (FMCG o Fast Moving Consumer Goods) representan la parte abrumadoramente mayoritaria de la oferta. Estos productos, de alta rotación y bajo precio, como alimentos, bebidas, artículos de perfumería o limpieza, productos secos, entre otros, constituyen el 63,8% de los ingresos minoristas a nivel mundial, según Statista. En 2023, el mercado de bienes de consumo estaba valorado en más de 11 billones de dólares, con una proyección de crecimiento constante.

El papel de los FMCG se hace todavía más evidente cuando se tiene en cuenta que gran parte de estos productos llega al consumidor final a través de pequeños comercios. Sin embargo, a pesar de su importancia, estos comercios no lograron aún beneficiarse plenamente de la revolución del e-commerce. Atrapados en una cadena de suministro ineficiente y predominantemente analógica y fundamentalmente injusta, enfrentan desafíos que impactan tanto su competitividad como la satisfacción del consumidor final. 

Así, los kioscos, los supermercados chinos, las despensas, el pequeño comercio o comercio de cercanía, que representan entre el 90 y 99% del total según el país, se encuentran lidiando con procesos obsoletos, falta de tecnología y dependencias de métodos tradicionales como lápiz, papel y correos electrónicos. Esta situación limita severamente la capacidad de estos comercios para competir y afecta la disponibilidad de productos esenciales en las comunidades locales.

-¿Cuál es, exactamente, el problema que Red Cloud busca atacar en mercados emergentes como la Argentina?

-Nuestra misión es traer el comercio minorista de regreso a casa, es permitir que una ama de casa en su hogar se convierta en parte de la economía minorista. Las personas deberían poder intercambiar bienes entre sí en un entorno de confianza, saber que los productos que llevan a sus hogares son reales, auténticos, que van a ser más baratos y son de la mejor calidad posible. Queremos que los productos de consumo vuelvan a ser asequibles. Queremos asegurarnos de que millones de personas, que viven sin un dólar al día, puedan permitirse las necesidades básicas. Y eso es posible gracias a la tecnología. Construimos nuestro servicio para los pequeños minoristas, las microempresas, para que puedan usar lo que hemos construido y concentrarse en sus negocios, sin preocuparse por construir tecnología y conectar servidores y contratar personal de TI e intentar ver videos de YouTube para descubrir cómo usar la tecnología más básica para ayudar a hacer crecer su negocio. Eso está mal. Estas personas son personas inteligentes, astutas y creativas. Queremos liberar ese talento en la economía minorista. Construimos tecnología para que no tengan que preocuparse por la parte tecnológica.

- ¿En qué ha fallado el e-commerce tradicional?

-El e-commerce tradicional ha gastado billones en datos e infraestructura, pero los precios siguen subiendo. Esto se puede solucionar uniendo la cadena de suministro. Nosotros comenzamos este proceso hace 15 años, con un plan de 30 años. Creemos que en tres años veremos un verdadero mercado de intercambio comercial, donde minoristas, pequeñas empresas y tiendas puedan comprar productos de calidad a precios bajos, lo que permitirá que más personas puedan acceder a ellos. Esto es clave para el futuro de nuestro negocio.

-¿Usted dice que la optimización de la cadena de suministro tiene un potencial deflacionario?

-Por supuesto. Hoy por hoy, a nivel global se pierde un trillón de dólares por "quiebre de stock", es decir cuando una empresa no puede cumplir con la demanda de sus clientes. Por eso, la optimización de la cadena de suministro tiene un potencial deflacionario, ya que la reducción de esa pérdida baja costos y eso se puede trasladar a precios. Hay una falta total de inteligencia de datos entre minoristas, distribuidores y fabricantes. En Argentina, hemos crecido porque hay una demanda reprimida de productos de calidad y bajo precio. Estamos usando datos para que fabricantes, distribuidores y minoristas trabajen juntos de manera más eficiente. Al conectar el mayor volumen de compras del mundo con el inventario más grande de bienes de consumo, logramos que la gente pueda comprar más por menos y que los minoristas crezcan vendiendo productos de calidad a precios bajos.

-La Argentina fue su conejillo de indias para probar la plataforma, en base a una previsión que tenía de nuestra economía. Aún con ese back, ¿hay algo que lo sorprendió del país?

-Me sorprende lo poderoso que es el espíritu emprendedor aquí. También, la población está más familiarizada con lo digital de lo que esperaba. Además, Argentina es muy valorada por los mercados internacionales. Aunque se habla mucho de lo negativo, muchas marcas internacionales están expandiéndose en Argentina porque la consideran la verdadera capital de América Latina. Las dificultades del país fomentan una innovación increíble, haciendo mucho con poco. En muchos aspectos, aquí eres más innovador que en Silicon Valley, donde tienen todo a su favor.

- Si volviera a 2018, ¿intentaría iniciar sus operaciones en la Argentina otra vez?

-Siempre he creído en el poder de los mercados emergentes, no solo en Argentina. Hay oportunidades e innovación en lugares como Nigeria, Sudáfrica, Brasil e Indonesia, donde logran mucho con muy poco. Si buscas innovación, ya no está en Silicon Valley o Nueva York, sino en lugares como Buenos Aires, el verdadero corazón de la innovación.

- ¿Cómo explica el modelo de negocios de Red Cloud?

-Operamos con un modelo de participación en los ingresos. Si nuestros clientes no ganan dinero, no cobramos ni un centavo. Cuanto más valor les agregamos, más dinero ganamos, y viceversa. Usamos datos para brindar servicios, de la misma manera que se usa Netflix para consumir películas a pedido o Google Maps para obtener direcciones. Brindamos y construimos infraestructura de datos para que puedan obtener información al mejor precio, con la más amplia variedad y en las mejores condiciones de entrega. Les permitimos usar esos datos no solo para expandir su negocio, sino para mejorarlo introduciendo nuevos productos y servicios. Nuestro modelo de negocio trata de proporcionar todas las herramientas necesarias para que los minoristas se conviertan en mejores minoristas.

-¿Puede impactar el Open Commerce, como filosofía, más allá de Red Cloud Technology?

-100%. Le doy un ejemplo específico. En Estados Unidos competimos contra Amazon, pero permitimos que los vendedores de nuestra plataforma utilicen la red logística de terceros de Amazon. Amazon está contento porque vende su red logística, y los vendedores están contentos porque pagan menos por estar en nuestra plataforma. Eso es comercio abierto: múltiples mercados diferentes se unen, derriban barreras y se permiten usar las fortalezas de cada uno para beneficiar a todos. Somos grandes defensores de esta filosofía, y se está acelerando en el mercado.

-La Argentina vive una situación económica disruptiva: se desacelera la inflación al costo de una recesión que derrumbó el consumo ¿Cómo puede afectar esto a las operaciones de Red Cloud en la Argentina?

-La recesión nunca es positiva, pero también la vemos como una enorme oportunidad. Nuestro producto es contra cíclico; en tiempos de crisis, los consumidores valoran aún más encontrar productos de alta calidad a bajo precio, lo que hace que nuestro producto sea más relevante. Además, se empiezan a repensar dinámicas de distribución y canales tradicionales, lo que abre la puerta a nuevos modelos donde Red Cloud puede ingresar. De hecho, durante la recesión, nuestros números han crecido gradualmente, ganando cuota de mercado. Nuestro objetivo es contribuir a que el consumo mejore, y en consecuencia, beneficiar a todos, comenzando por el consumidor final.