¿Por qué la Plaza de las Pasiegas de Granada se llama así? Este es el origen de su nombre
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La Plaza de las Pasiega s está justo delante de la catedral de Granada , una de las más brillantes joyas renacentistas que hay en España. Todos los granadinos la conocen y es también lugar de paso casi obligado para los visitantes. Al menos para los que disponen de tiempo para algo más que ver la Alhambra. Su disposición, con pequeños tramos de escalones, es ideal para sentarse allí, tomarse un respiro y, con el templo como fondo, ver una preciosa estampa del centro de la ciudad. Ahora bien: ¿por qué se llama así? Eso de las pasiegas no suena nada local, teniendo en cuenta que ese nombre, pasiega, designa a las mujeres nacidas en el Valle del Pas , en Cantabria , que queda lejos y en principio no guarda demasiada relación con Granada. ¿O sí? Bueno, atendiendo a la segunda acepción que le da a ese término la Real Academia Española , una pasiega es también una nodriza, una mujer que, antiguamente, era la encargada de amamantar a los hijos de las «familias de alcurnia» (así las define el diccionario), que delegaban esas funciones en personal a su servicio. Esas amas de cría eran mujeres que acababan de parir y que, en el caso de las pasiegas llegadas a Granada, lo hicieron desde el Valle del Pas, por caminos que nada tienen que ver con los que hay ahora. Ya en su destino, tenían bastante facilidad para encontrar trabajo porque venían precedidas por su fama . Hasta la familia real y los nobles de toda España recurrían a sus servicios. Debían ser jóvenes -no más de 26 años- y estar criando no ya a su primer hijo sino a su segundo, porque así la leche materna tenía más propiedades. Según un magnífico reportaje publicado en El Diario Montañés, el viaje era tan largo que algunas se hacían acompañar de un perro al que daban de mamar para que no se les cortara la leche. Su esfuerzo, finalmente, quedó recompensado cuando, en 1807 , el Ayuntamiento de Granada renombró el espacio delante de la catedral y junto al Palacio Episcopal, hasta entonces conocido como Plaza de las Flores, con el nombre genérico de unas mujeres que, en algunos casos, se establecieron en Granada para pasar el resto de su vida y montaron en esa zona tiendas de tela, aprovechando que Granada, todavía, era puntera en negociar con el género de la seda. Las malas lenguas, por lo demás, aseguran que si llegaron muchas habitantes del Valle del Pas fue porque, como se sabe, Granada fue la última ciudad española dominada por los musulmanes, que no se marcharon hasta ser derrotados por los Reyes Católicos en 1492 . Mucho después de eso, todavía había quien pensaba que, por su ascendencia no cristiana, las granadinas tenían 'mala leche'. Aunque no hay nada que científicamente demuestre esa teoría, claro.