La amargura del triunfo
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«El tiempo se escapa de las manos, y no se da cuenta la gente», sentencia el Faraón de Camas. Son más de ocho los años que han pasado desde el 20 de agosto de 2016. Un tiempo que voló y sopló sobre el recuerdo colectivo hasta hacernos olvidar quién fue y qué le pasó a José Manuel Soto, un subalterno algabeño que sigue recordando cada mañana aquel maldito momento en que perdió la llana costumbre de caminar con sus propios pies. Eran las ocho de la tarde de aquel fatídico día cuando de golpe y porrazo, nunca mejor dicho, perdió la sensibilidad y el control de su pie izquierdo. Le habían acometido al mismo tiempo las embestidas del infortunio y... Ver Más