El Baratillo cierra la coronación de la Piedad con una eucaristía en la capilla de los Maestrantes

Broche de oro a la coronación de la Piedad del Baratillo con una eucaristía celebrada en la capilla de los Maestrantes en la mañana del 22 de septiembre, aunque aún falta por celebrarse la exposición en octubre en la Fundación Cajasol. Mañana nublada, con menos de 20 grados, l a tranquilidad era la novedad en el Arenal, una de las zonas más concurridas de la ciudad y que permitió disfrutar de un rosario extraordinario con el público justo y necesario, el que le gusta disfrutar de los cultos más íntimos y con la asistencia de los hermanos que acuden a diario a la hermandad. El único sonido de la música era el de la oración del rosario en sus misterios gloriosos, el resto era silencio y recogimiento, excepto el sonido del llamador, el capataz o los vencejos, un deleite para todos los sentidos. La ida y la vuelta dejó momentos que muchos querían captar : el entorno de la Maestranza, el paso por Otto Moeckel, la llegada de la Piedad al monumento de Curro Romero, la Puerta del Príncipe o en la propia capilla de los Maestrantes, momentos nuevos inmortalizados, varios más, después de tantos que ha dejado esta coronación que nunca se olvidará. El esfuerzo y dedicación que han puesto los priostes y su equipo de trabajo en la preparación de la coronación de la Virgen de la Piedad del Baratillo son un reflejo del amor y compromiso que tantos devotos sienten hacia su hermandad. Cada detalle ha sido cuidadosamente planificado, desde las actividades durante el verano hasta la ejecución de los actos en septiembre, y ahora la preparación de la exposición. Es un trabajo que, aunque silencioso muchas veces, se ve reflejado en la grandeza de los eventos y en el orgullo que la hermandad puede sentir al alcanzar uno de los momentos más importantes de su historia. Este tipo de dedicación comunitaria es clave para mantener viva la tradición y la devoción, un legado que pasará a las futuras generaciones.