Real Zaragoza 2 – 1 Levante UD | Crónica
Adivina quién viene a cenar
No hubo lluvia capaz de aguar la alegría del zaragocismo en la tarde de ayer. El triunfo ante este Levante guapo y decidido adquiere todo su valor por la entidad del rival y por los méritos de los blanquillos. Una victoria que señala un sendero apetecible en cuyos recodos seguimos leyendo las palabras “humildad” y “ambición”. No tienen rima consonante pero brillan con toda la intensidad que le otorga el líder de este grupo: Víctor Fernández.
Fue un partido inmenso, en el que cada equipo tuvo el mando en sucesivas fases. Para empezar, los primeros veinte minutos de la primera parte. El Real Zaragoza agarró los tiempos y los espacios y los gobernó con decisión y afilada verticalidad. La misma alineación con la sola variación de Francho por Marc fue la encargada de ejecutar un plan que salió redondo. Varias llegadas muy bien elaboradas fueron el prólogo del penalty que provocó el propio Francho en una de sus muchas llegadas. Soberón, perfecto, convirtió.
A partir de ahí el Levante despertó. Víctor dijo que el equipo se había confundido. Habrá que decir que los valencianos lo hicieron muy bien y desbordaron a los zaragozanos con un mejor diseño espacial en el centro del campo y distinguidas aproximaciones al marco de Poussin, sobre todo por la banda de Tasende. Afortunadamente el portero francés del Zaragoza parece haber adquirido el aura de Cristian, pues mantuvo su marco a cero con varias acciones plausibles y aclamadas por el respetable.
El gol de los de Orriols parecía cercano. Su buen hacer y el empeño de los blanquillos en jugar a buscar acciones rápidas y desconectadas parecían razones suficientes para temer el empate. García no llegó y Kochorashvili falló. Dos avisos de enjundia. La película nos llevaba a un final no feliz. Sin embargo, si algo tiene este Zaragoza es que dispone de jugadores que pueden hacer cosas. Como Liso. El ribereño, él solico, en medio de toda la tormenta levantina se sacó un zurdazo que no fue gol porque Andrés rozó el balón y el palo lo escupió.
Un esporádico aunque brioso paréntesis que en seguida se olvidó porque el Levante siguió martilleando el área de Poussin. Víctor se desgañitaba en su zona al ver cómo su equipo se hundía y era un juguete en las botas del rival. Y fue el primero en ver venir lo que podía ocurrir. Que sucedió en el minuto 40. Morales remató a bocajarro un balón franco que detuvo magistralmente Poussin. Sin embargo, el VAR fue favorable a los visitantes y determinó que el cuero había sobrepasado la línea completamente. Porque lo dicen ellos, porque no hay humano que pueda determinar con total seguridad que eso sucediera. ¿Para cuándo la tecnología de la línea de gol en LaLiga?
Se llegó al descanso con empate. Justo e incontestable. Y vino bien para charrar y compartir impresiones. Al tiempo, Víctor dejó en la caseta a Tasende, lesionado, y puso en el césped a Clemente, aplaudido. Ese movimiento amortiguó un tanto a Andrés García y amplificó la presencia del Zaragoza en la banda izquierda con las subidas del zaragozano y la buena conexión con Liso.
Las fuerza se equilibraron y aunque los delanteros blanquillos no encontraban cauces de éxito los blaugranas tampoco estaban por la labor de hacer sangre. Esa moderada pasividad la aprovechó el equipo aragonés. Primero por medio de Calero, empeñado en hacerle pagar la cena a su padre. Se quedó un balón en el borde del área y tras un recorte lanzó un chut largo y serio que rozó el larguero. Ya iban dos maderas.
Era el momento de agitar un poco las aguas y Víctor les pidió a Aketxe y a Bazdar, dos de sus nuevos jugadores, que se aprestasen a debutar en La Basílica. La grada premió la decisión con sendas ovaciones. Con otra más, cuando poco después el entrenador zaragozano respondió a Calero padre con la inclusión de Azón. “Vamos con todo”, parecieron decir ambos técnicos.
El partido se abría cada vez más. El Levante rozó el gol pero su delantero georgiano, Kochorashvili, no llegó a un balón cruzado. Otro rubí que acabó de pulirse en el taller valenciano. Y fue providencial que así fuese, pues lo mejor aún no existía de facto aunque sí en lo sueños de un zagal serbio por nombre Samed y por apellido Bazdar.
Quedaban seis minutos para los 90. Toni Moya rescató un balón de un ataque visitante. Se lo dio a Bazdar, quien le envío un pase de treinta metros a Azón. El zaragozano se lo devolvió tras regate al borde del área y allí todo fue magia. Bazdar recortó a Pablo Martínez y aunque un enjambre de defensores le tapaban la portería, encontró una fesella. Por ahí, por ese minúsculo espacio hizo transitar el cuero, con un golpe sutil, curvo y ajustado al palo derecho. Andrés no pudo sino ver cómo las míticas redes de la Romareda alojaban el primer gol del joven y prometedor jugador balcánico.
Fue un momento inolvidable. Y vimos a Arrúa redivivo cuando Bazdar se echó en brazos de los aficionados de la primera fila para abrazarse a ellos y celebrar su golazo. Seguro que Víctor también reviviría aquellos legendarios momentos.
Desde entonces hasta el final el partido fue totalmente blanquillo y propicio a las celebraciones, como el regreso del querido Nieto. Y aún pudo agrandarse la fiesta si Aketxe hubiese convertido un libre directo que ejecutó magistralmente pero que encontró inesperadamente el poste izquiero de Andrés. Por tercera vez. Habría sido un final fuera de tono, con un fuego en la grada y en el campo casi olvidado. Un fuego que el zaragocismo está deseando recuperar y convertir en un ritual habitual en las tardes de fútbol en la Romareda, la Blanca Dama que nos acoge y ampara.
Ficha técnica
Real Zaragoza:
Poussin; Calero, Lluís López, Vital, Tasende (Clemente, 46); Francho, Moya; Adu Ares (Aketxe, 68), Soberón (Bazdar, 68), Liso (Nieto, 93); y Marí (Azón, 75).
Levante UD:
Andrés Fernández; Andrés García, Elgezabal, Dela (Óscar Clemente, 89), Pampín; Oriol Rey (Iborra, 70), Kochorashvili (Lozano, 78), Pablo Martínez; Carlos Álvarez, Brugué (Espí, 78); y Morales (Romero, 70).
Goles:
1-0, min. 15: Soberón, de penalti. 1-1, min. 40: Morales. 2-1, min 84: Bazdar.
Árbitro:
Sánchez López (Comité Murciano). Amonestó a Dela (21), Moya (66) y Elgezabal (87)
Incidencias:
Partido de la Jornada 6 de LaLiga Hypermotion 2024-25 disputado en la Romareda, con 17.500 espectadores.
Puntuaciones
Poussin: 5. Estuvo perfecto. Sus intervenciones son decisivas.
Calero: 4. Tuvo dificultades defensivas al principio pero se ajustó y brilló.
López: 4. Serio, seguro y decisivo.
Vital. 4. Coordinado y bien ubicado, tiene aires de buen gobernante.
Tasende: 2. Fue el flanco débil. Muy presionado y solo, sufrió en defensa.
Moya: 4. Movió al equipo y estuvo en el sitio y momento adecuados.
Francho: 4. Enérgico, vital y omnipresente. Sus llegadas hacen daño.
Adu Ares: 2. Poco decidido, transmitió inseguridad. Al final ganó en confianza.
Liso: 3. Su potencia, descaro y osadía le avalan. Casi golea.
Soberón: 4. Es un seguro. Equilibrado, presente y activo. Y goleador.
Marí: 2. Lo trabaja con denuedo, pero transmite cierta incertidumbre.
Clemente: 4. Regresó a casa. Seguro en defensa e incisivo en ataque.
Aketxe: 4. Su calidad, templanza y experiencia son un valor incalculable.
Bazdar: 5. Si duda el héroe de la noche. Su gol, impecable y valioso.
Azón: 3. Desordena a las defensas y agita los cielos.
Nieto: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
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