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Сентябрь
2024

Un paseo entre el pasado y el futuro de la movilidad

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Abc.es 
Ayer se congregaron todos los autobuses que antaño sirvieron para dinamizar la ciudad. Paseando por el paisaje de la luz, se postraba una seguidilla nostálgica de antiguos coches blanquiazules, rojos, y amarillos, según la década de nacimiento. Su función sigue siendo la misma: si antes transportaban personas hasta sus hogares, ahora, reformados para la ocasión, transportan a los ciudadanos hacia sus recuerdos más íntimos. Todo lo profundamente cotidiano termina resignificado como bien patrimonial; el premio a su merecida jubilación. Ese era el ambiente que se respiraba en la Gran Fiesta de la Movilidad de Madrid , a propósito del Día Europeo sin Coches. El Jardín Botánico y el Museo del Prado tuvieron la visita de viejos conocidos, traídos del museo de la Empresa Municipal de Transportes. Estuvo presente el Leyland, que vino de Inglaterra hace 70 años, con el volante en la derecha, la doble cabina y su cartel insigne en la parte de arriba: 'Veterano'. Después se postraban los sucesores: los pegasos. Se trata del Pegaso 6035A azul, que estuvo en circulación hasta 1983; el Pegaso Sava, coche amarillo, que duró hasta 1989. También el Pegaso 6038, de color rojo y en actividad hasta el último año del siglo 20. Y por último, el 6425A, que aguantó hasta 2005. Luego vendría el Renault Citybus que estuvo hasta 2010, seguido de los que todavía mantienen vigencia, hasta llegar al que, hasta este fin de semana, era la máxima novedad: el Irizar de 2023, completamente eléctrico y con un diseño ovalado y aerodinámico que transmite el mensaje de modernidad. Sin embargo, como toda innovación, más temprano que tarde, envejece. Un madrileño maravillado con los coches vociferaba respecto al autobús Irizar de 2023: ¡Es el futuro!, a lo que un agente del museo EMT, igualmente emocionado, le decía: «No, es el presente. Si quieres ver el futuro, tienes que llegar hasta el final del pasillo». Y efectivamente era sí, muy cerca de la fuente de Cibeles se postraba el nuevo protagonista: el autobús autónomo, que ayer recorrió por Colón. La novedad central: que no tiene conductor. Claramente, en el sentido común se despiertan alarmas, la población es naturalmente reticente ante el aparente disparate de no contar con alguien que controle manualmente el destino de los pasajeros. Mucha razón hay en ello, pero desde el Ayuntamiento han querido aprovechar la ocasión para mostrar las virtudes del susodicho autónomo. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante se subió en la maquina futurista para hacer un paseo de prueba a esta innovación que acompañará al tren sin conductor, el cual estará en funcionamiento desde 2025. Con motivo de esta fiesta, desarrollada con total normalidad y gran afluencia, Carabante declaraba: «Es un día para concienciar en el uso de la movilidad sostenible y, por tanto, en el uso del transporte público, un día para disfrutar de la historia viviente de la Empresa Municipal de Transportes». De todas formas, las actividades no quedaron solo en la exhibición de motorizados, pues, el Día Europeo sin Coches perdería sentido. Hubo un gran espacio para el patinaje, circuitos para el skate y las bicicletas, juegos infantiles para aprender sobre señalización, y casetas de promoción de las rutas de senderismo madrileñas. Estuvieron los responsables de promoción de Hábitat Madrid, ofreciendo los recorridos gratuitos para que, locales y turistas, puedan conocer las actividades de turismo ecológico que se pueden hacer por la ciudad, con tan solo la reserva en línea. «El que más aprecio es el del Parque del Capricho», decía la promotora. También se instaló un gimnasio portátil y exposiciones sobre alimentación balanceada.